Este año, Italia parece haberle traído buena suerte a Max Verstappen. Tras su victoria en el Gran Premio de Emilia Romagna, segunda de la temporada tras Suzuka, el cuatro veces campeón del mundo tuvo que esperar casi cuatro meses para volver a sentarse en lo más alto del podio. El Autódromo Nazionale de Monza fue testigo de la conquista número 66 de su carrera. Sainz y Alonso no sumaron puntos y vivieron todo tipo de problemas.Al término de la cita dominical, subrayó la continua mejoría de Red Bull en los últimos dos Grandes Premios. En Zandvoort, pese a cruzar la línea de meta en la segunda posición, se acerco y generó algunos problemas a los McLaren en diferentes momentos de la carrera. De igual manera, elogió los esfuerzos y trabajo de Laurent Mekies, jefe del equipo, desde su llegada. Un adicional importante en la escuadraEl despido de Christian Horner abrió la posibilidad en Milton Keynes de contar con un dirigente con mayor conocimiento en ingeniería. Escenario que el campeón del mundo reconoce que contribuyó a una mayor integración con los ingenieros. «Como Laurent tiene formación en ingeniería, les está haciendo las preguntas correctas. Creo que eso funciona muy bien. Y uno intenta aprender de lo que ha probado. Te da una idea de la dirección, y hemos estado trabajando en ello».Fueron cambios extremos, lo que demuestra que no teníamos el control. No entendíamos bien qué hacerMax Verstappen»Sin duda, siento que dimos un paso adelante en Zandvoort. Funcionó bien. Aquí [en Italia], dimos otro paso. De nuevo, la sensación fue aún mejor», destacó. Mientras que al, mismo tiempo, esclareció la posición en la que se encontraban al inicio del curso. «Hasta ahora, hemos tenido muchas carreras en las que hemos dado todo en la configuración del coche», explicó. «Fueron cambios extremos, lo que demuestra que no teníamos el control. No entendíamos bien qué hacer»Helmut Marko, asesor deportivo de la escuadra austriaca, también se unió a los elogios hacia su nuevo director. «Ya no se siguen las simulaciones ciegamente. Ahora la idea es tomar los resultados de las simulaciones, pero combinarlos con la experiencia de Max y nuestros ingenieros», explicó. Todo el mérito está en sus trabajadoresA pesar de recibir alabanzas de dos de los nombres más experimentados en la parrilla, el jefe francés su contribución al éxito del equipo fue «nula». «Y no bromeo. Hay 1.500 personas trabajando para que el coche sea más rápido. Son las personas con talento que hacen que el coche sea más rápido y crean opciones con nuevos componentes. Así que la respuesta corta es: Mi contribución es nula», sentenció.
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