Con consultar la clasificación de la carrera sprint del Gran Premio de Bélgica, en el mítico Spa-Francorchamps, se puede comprobar que algo excepcional ocurrió. Max Verstappen volvió ganar, volvió a ofrecer un recital y dejó a McLaren, que había reventado el récord de la pista en la jornada de viernes, con un 2º y 3º que es importante pero sabe a poco. Sabe a que el neerlandés es otra liga. Y a que otro gallo cantaría con un coche a la altura del talento del cuatro veces campeón del mundo.No debería (ni va) ganar el Mundial de Fórmula 1, pero Max demostró que es el especial de todos los del frente. Entendió cómo afrontar la carrera, pasó a Piastri con un cañón en rectas y empezó una clase magistral de defensa, frenada y conocimiento de carreras. En inglés lo definen como ‘racecraft’ y ojalá el castellano encontrase una definición similar.Max, increíbleVerstappen mostró una versión colosal. De inicio, sabía que su fuerte estaría en la larguísima recta de Kemmel y allí atacó. Después dibujó una estrategia basada en sus fortalezas en el pilotaje, encontrando tracción en cada giro, sabiendo cómo exprimir al Red Bull y dejando a los McLaren, otra vez, sin premio. La pregunta clara es la de siempre: ¿y con un coche competente? Es lo que el propio Verstappen debe cuestionarse. Por eso recibe cantos de sirena de Mercedes. Por eso parece que se termina su etapa en Red Bull. Verstappen es el diferente, el único y otro triunfo más confirma que su estilo no tiene igual. «Muy bien hecho. Gran trabajo chicos», repetía a través de su radio.Para taparseEl peor día de Lewis HamiltonLas malas sensaciones no solo siguen, ahora aumentan. Lewis Hamilton finalizó la carrera corta de Spa, uno de sus circuitos fetiche, en una triste 16ª posición. No tuvo ritmo, ni comodidad con la actualización de suspensión que estrenó Ferrari y pagó el error del viernes. No se le había visto en toda la temporada de un modo tan apático.Hamilton celebra.LAPRESSEYa no es el puesto, que importa. Es la sensación de desencanto con el coche y las diferencias respecto a su compañero de box, Charles Leclerc. El monegasco tampoco puede brillar, pero logró un 4º que luchó, cimentó en una salida magnífica y no pudo mejorar ante el cañón de Norris que venía a su estela. Diferencias… claras…Carlos vuelve a sonreírCarlos Sainz no mejoró su posición de salida en el sprint (terminó 6º) y quizá se quedó algo corto de velocidad punta ante el Haas de Esteban Ocon. Pero, por fin, las cosas salieron. No falló nada en el Williams del español y Sainz demostró que tenía ritmo de sobra para firmar un buen botín. Se lo merecía. Cambia su cara.Sainz se defiende.LAPRESSEPescó cuando debía hacerlo. Con coches fuera de posición (Hamilton, los Mercedes o Tsunoda), con rivales más rápidos por detrás. Pudo puntar, solventó cualquier incógnita que se planteó tras los problemas del viernes del Williams y demuestra ese pilotaje que le hace un nombre diferencial en la parrilla.Es lo que hay, AstonFernando Alonso no pasó de la 14ª posición en el sprint de Spa. Era su clasificación, pero el ‘feeling’ no mejora al ver que Pierre Gasly -partía P8- no salió y Lance Stroll adelantó en el inicio. No fue su cita, qué duda cabe. Y el «es lo que hay» del viernes retumba en la mente de todos para analizar al equipo británico.Alonso, en acción.LAPRESSENo tenía ritmo ni mucho más que ofrecer en un fin de semana que se antoja complicadísimo. Parece una especie de sacrificio de Aston Martin para aparecer con más fuerza en citas como la ‘ratonera’ de Hungría. Pero da, de nuevo, el sabor de boca agrio. Porque Williams o Haas sumaron mientras que la fábrica de Silverstone se va con otro cero en la buchaca de la temporada.
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