El FC Barcelona despide 2025 como un año memorable para su primer equipo de fútbol, el motor de la institución desde 1899. Lograr el ‘triplete doméstico’ en la temporada 2024-25 fue la consecuencia merecida a la superioridad que exhibió un equipo que remodeló su enfoque pero no su proyecto, basado en el talento de los Pedri, Lamine y compañÃa y la aportación inestimable de cracks foráneos que dieron su mejor versión como Lewandowski, autor de 42 goles, o Raphinha, con 34 tantos y 26 asistencias durante ese curso al que sólo le faltó la guinda europea de jugar una final de Champions League que se escapó en el último instante en Milán. Ese ‘enfoque’ distinto corrió a cargo de un nuevo entrenador, el alemán Hansi Flick, por el que apostaron en verano de 2024 el presidente Joan Laporta, y el director deportivo, Deco.
Celebrando el tÃtulo de la Copa del Rey en La Cartuja tras ganar la final en la prórroga al Real Madrid
Raul Caro / EFE
Un fútbol a tumba abierta, con un osado punto de partida que pasaba por marcar muchos goles aceptando el riesgo de encajarlos siempre que fueran menos que los propios, fue una idea que trajo espectáculo y tÃtulos a cambio de alguna arritmia.
Flick, el técnico del sextete del Bayern con el 2-8 al Barça de doloroso recuerdo, devolvió felicidad a una hinchada que le recibió entre expectante y escéptica. El curso 2023-24 se habÃa cerrado con el doblete Liga y Champions del Real Madrid y, para colmo, el verano posterior consumó el fichaje más largo de la historia, el del crack Kylian Mbappé por el club merengue. Contra la previsión más pesimista, el Barça opuso un fútbol entusiasta, ilimitadamente valiente al avanzar la defensa hasta el centro del campo y extraordinariamente goleador, virtudes que sufrió en sus carnes como nadie precisamente el Madrid, que estaba llamado a arrasar. Un 0-4 en la Liga en el Bernabéu a finales de octubre de 2024 y, ya a primeros de enero de 2025, el 2-5 en la Supercopa en Arabia, fueron punto de inflexión del auténtico despegue azulgrana tras el bache del ‘shit november’ bautizado por Flick, siendo los dos marcadores más contundentes del pleno de victorias que el Barça cosechó en los Clásicos.Â
La primera en llegar, la Supercopa de enero de 2025, tras un 2-5 al Real Madrid
En esa feliz secuencia estuvieron la final de Copa en Sevilla, con el definitivo 3-2 de Jules Koundé en la prórroga, el 26 de abril de 2025, y la sentencia simbólica del tÃtulo de Liga en Montjuïc el 11 de mayo, un vibrante 4-3 al Real. Salvo por el 0-4 de octubre, los Clásicos de 2025 trajeron dos dominadores comunes: el Barça tuvo que remontarlos todos –final de Supercopa, final de Copa, y ‘final’ de Liga– y en todos ellos tuvo que sobreponerse a actuaciones arbitrales que le perjudicaron.
Jules Koundé festeja su gol de tÃtulo en la final de Copa
Pere Puntà / Propias
El “no excuses� de Flick cuajó y el Barça minimizó otros hándicaps: jugó de local en el exilio de Montjuïc, hizo sólo un fichaje estrella con Dani Olmo condicionado por su ‘fair play’ financiero, repescó a un recién retirado como Szczesny o sufrió largas bajas como la de Ter Stegen o De Jong. Su fe inquebrantable, volteando incluso desventajas de dos goles –Benfica, Atlético en Copa y Liga o Celta– le llevó al sobrenombre de ‘Barça de las remontadas’.
Lamine celebra el primero de los dos goles del Barça ante el Espanyol en el partido del alirón de LigaÂ
Pere Puntà / Propias
A los tÃtulos de la Supercopa tras ganar a Athletic (0-2) y Madrid (2-5) el 8 y el 12 de enero, de la Copa en la final ante el Real (26 de abril) y de Liga venciendo al Espanyol (0-2) en Cornellà el 15 de mayo estuvo cerca de añadirse la disputa de la final de una Champions en la que, tras quedar segundo en la fase Liga, el Barça eliminó a Benfica y Dortmund y cayó en la semifinal ante el Inter tras un 3-3 en Montjuïc y un 4-3 adverso en San Siro, en una prórroga que pareció haber evitado el 2-3 de Raphinha en el minuto 88, hasta que Acerbi garantizó el tiempo extra interista. Pese al disgusto, fue ese otro partido que consagró a Lamine como crack mundial, aún con 17 años. Ya con 18 recibió el Balón de Plata, a la espera de que más pronto que tarde se corone con el de Oro. Los meses finales del año trajeron el gran fichaje de Joan Garcia, portero del Espanyol, el ‘tÃtulo’ honorÃfico de campeón de invierno y la ilusión de que 2026 sea al menos tan bueno como 2025.

