Habían pasado 21 años desde que Jody Scheckter se había proclamado campeón en 1979 y Michael Schumacher cristalizó sus primer campeonato del mundo con Ferrari, en tercero para él con los dos de Benetton (1994 y 95). Había llegado en 1996 a Maranello y aquel año ganó ya en Barcelona, en una carrera con una pista anegada por el agua donde sólo Alesi y Jacques Villeneuve pidieron acabar en la misma vuelta, a 45 y 48 segundos respectivamente y el resto ya eran pilotos con vuelta perdida.En 1998, un accidente en Silverstone, del que sigue llevando un clavo en la tibia, le privó de luchar por el Mundial en el momento decisivo. Y en 1999 no pudo con un estelar Mika Hakkinen (McLaren), pero en 2000 le llegó el momento en Suzuka, algo que se celebró por todo lo alto. Fue el 8 de octubre y ahora se cumplen 25 años de aquel día que iniciaba la racha más exitosa de Ferrari en la F1.Alonso rompió la rachaFue Fernando Alonso en que rompió la serie de Michael en 2004 y 2025 y quien le forzó a su primera retirada, aunque volvería unos años después con Mercedes, pero nunca volvió a ganar una carrera.Ferrari ha intentado repetir aquellos éxitos con Raikkonen (último campeón de rojo en 2007), con el propio Alonso, con Sebastian Vettel y ahora con Lewis Hamilton. Pero sólo Fernando llegó a la última carrera con opciones en dos ocasiones (2010 y 2012). Los motivos del fracaso son varios y fundamentales.Lo que tenía aquella escuadra, liderada por Jean Todt con mano maestra era casi inigualable. El mejor director técnico de la época, Ross Brawn, al que se llevó de Benetton, y el mejor diseñados de monoplazas, el sudafricano Rory Byrne, el único que se podía comparar a Adrian Newey.A eso se le sumaba un presupuesto sin límite, pruebas casi cada semana en el circuito de Fiorano, con piezas para cada carrera y unos neumáticos de Bridgestone hechos casi a medida de aquellos coches, con el que cada monoplaza del Kaiser era casi imbatible en la mayoría de circuitos. Y Michael, del que en 13 de diciembre se cumplen 12 años de su accidente en la estación de Meribel (Francia), puso lo suyo. Se inició una racha de cinco temporadas que culminó con el quinto de Ferrari en Spa 2004. Una historia que tratan de repetir, pero donde ya no pueden gozar de tantas ventajas como en aquella era gloriosa.
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