El Circuito de Mónaco es, indudablemente, el más especial de la Fórmula 1 por la suma de factores en un entorno único y exclusivo. Para ir rápido, hay que ir al límite, jugando con cada muro y curva imposible. Y los errores son el pan de cada día para intentar encontrar velocidad. Le pasó a todo el mundo en el primer contacto con la pista del Gran Premio, navegando entre fallos, tráfico y lugares de leyenda como Santa Devota, el Túnel, la Piscina o la Rascasse.Sainz, en la escapatoria.CAPTURA F1TVEl primer libre tuvo situaciones límite para Carlos Sainz. Pronto encontró velocidad con el neumático blando -el C6 de Pirelli-, pero buscó ir al límite. Lo encontró en la primera curva, Santa Devota, donde tuvo que evitar irse al muro y decidió salirse a la escapatoria. De ahí debes salir como puedas, el Williams lo hizo marcha atrás.No fue el único. Le pasó justo después a Lando Norris, que era el más rápido de inicio en el entrenamiento. En el mismo lugar, una curva a la que se llega casi sin visión y donde había protecciones colocadas en lugares diferentes a otros cursos. Allí también Leclerc limó el muro, aunque no sufrió otro inconveniente.Más adelante en el trazado hubo más ‘movidas’ en las complicaciones de Mónaco, con el tráfico y los muros. Verstappen evitó chocar con Bortoleto en el último sector al irse largo en una chicane. Hamilton casi se estrella subiendo hacia Mirabeau con el tráfico. O Piastri dejó marca en un muro al tocarlo. «He dado al muro, chicos», dijo por la radio nada más entrar con el lateral izquierdo con marca.He dado al muro, chicosOscar PiastriEs, en resumen, la magia de Mónaco y sus dificultades para ir rápido. Todos padecieron inconvenientes y todos deben ajustar al máximo su velocidad para encontrar los mejores tiempos en un circuito donde los errores se repiten y se multiplican.
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