Es comprensible que tras una carrera aciaga, donde nada le salió, en la que fue abordado por Ocon y luego sufrió una lamentable parada de 16 segundos en boxes, Lance Stroll no estuviese para una charla animada. Ni el ni cualquier otro. El canadiense no es el competidor más locuaz de la F1, pero lo de Monza llamó la atención por ser un poco exagerado.La entrevista posterior a la carrera del canadiense con Lawrence Barretto de ‘F1.com’ duró apenas 10 segundos y consistió en solo cuatro palabras: «sí» y «estuvo bien». El silencio casi absoluto de Stroll continuó al hablar con la prensa escrita en el espacio para medios. Al preguntarle si la apuesta estratégica de una sola parada de Aston Martin no dio resultado, Stroll simplemente respondió: «Sí». Luego respondió «no mucho» cuando se le preguntó si había algún aspecto positivo del fin de semana.Al preguntarle su opinión sobre el incidente con Ocon por el que el francés fue penaliza, Stroll se mantuvo hermético. Al ser presionado para que respondiera si estaba de acuerdo con la sanción, simplemente dijo: «No tengo nada que decir al respecto» antes de dar media vuelta..Krack habló por élEl jefe de operaciones de Aston Martin Mike Krack, trababa de explicar las pocas ganas de hablar de su piloto. «Creo que en estas situaciones, cuando tienes una carrera con casi ninguna degradación y empiezas desde atrás, hay que esperar a que surjan oportunidades. Siempre nos salen lo coches de seguridad después de las paradas en boxes, así que dijimos: ‘Esperemos a que llegue el coche de seguridad’, y no llegó», valoraba.»Es normal que estés un poco frustrado porque estás luchando por nada, aunque estás yendo al límite. Así que puedo entender cierto nivel de frustración», añadíaRespecto a la eterna parada de 16 segundos, por un fallo en el semáforo automático en las perchas de los cambios de ruedas, explicaba que, «como resultado de eso, Stroll permaneció en boxes más tiempo del necesario. Ya hemos descargado los datos del registro y esto es otro aspecto que tendremos que analizar». Lance tuvo que salir con indicaciones de sus mecánicos de que lo hiciera, pues las luces seguía en rojo y él permanecí en su marca en el pit lane. No tuvo ninguna suerte el domingo.
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