Max Verstappen lo deslizó tras ganar en Monza, con un sonoro manotazo a Christian Horner de por medio. A su juicio, desde que se fue de la dirección, todo ha mejorado en el rendimiento de Red Bull Racing. «Hemos hecho cambios extremos en el coche, lo que demuestra que no teníamos el control. No entendíamos bien qué hacer», decía el tetracampeón del mundo.Hablaba de los cambios que han llegado con la nueva dirección de Lauren Meekies (antiguo jefe de RB y antes el segundo de Vasseur en Ferrari. En opinión del piloto y de Helmut Marko, asesor ejecutivo de Red Bull, desde Spa se ha producido un cambio que ya es visible y que se volverá a ver con nuevas victorias de aquí al final del año.»El equipo técnico en su conjunto es más abierto y discute las cosas. No se ciegan por lo que dice la simulación», dice Marko en ‘Servus TV’, dejando claro que con Horner no era así en los últimos tiempos.»Los ingenieros escuchan más al piloto. Si tienes a un piloto tan rápido y experimentado, creo que es el camino correcto. Es él quien tiene que conducir y es importante que nuestra velocidad punta esté mejorando. Vimos que podíamos escaparnos de los McLaren y también se reconocieron otros cambios. Se valoró lo que puede aportar el piloto», dice sobre la clave del actual Red Bull. Es decir, que la jefatura de Meekies se resume en darle la última palabra a Verstappen, como el gran líder del equipo.»Nombrarlo fue la decisión correcta. Dada la complejidad de la Fórmula 1, tener a un experto técnico en la cima es probablemente la mejor solución», añade Marko, dejando claro que Horner era un gestor, pero no alguien que supiera de monoplazas. También asume que él tuvo mucho que ver en el cambio.»Ahora todo está mucho más estructurado desde la perspectiva técnica. Y cuando todo funciona en conjunto, y el piloto se integra en el proceso, se ven los resultados. El coche no es fundamentalmente distinto, pero con este nivel de coordinación podemos lograr ese tipo de actuaciones», analiza el austriaco, del que se dice que junto al clan Verstappen y a la parte europea de la compañía, logró descabalgar a Horner de su puesto, algo que buscaban desde el inicio de 2024. Ganar más carreras, salvo SingapurPara Marko, es la demostración de que pueden llegar más triunfos como el de Monza, empezando por Bakú este fin de semana. «Con la velocidad que hemos mostrado, deberíamos ser capaces de competir por méritos propios en casi todos los circuitos», asegura, pero con una excepción.»Singapur es especial… es la única carrera que nunca hemos ganado. Pero quizá también funcione allí. Tampoco estuvimos mal en Zandvoort (Donde Verstappen fue segundo pero por el abandono de Norris)», dice sin cerrar la puerta del todo, pero reconociendo que es la peor plaza para su equipo, incluso en los mejores años.»Aún estamos afinando y puliendo cosas. Si podemos seguir mejorando así, sería fantástico. El campeonato está perdido, pero lograr unas cuantas victorias más sería muy bonito», emplaza sobre lo que resta para el Mundial, ocho citas en total.Max podría erigirse en una especie de juez del campeonato y hay que recordar que Lando Norris muestra mucho temor, por no decir pánico, cuando se enfrenta en el cara a cara con el holandés.
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