En el primer partido de los Mavericks en casa después del traspaso de Luka Doncic, cientos de aficionados se concentraron a las puertas del American Airlines Center para protestar por la marcha del base esloveno y por la gestión del ejecutivo Nico Harrison.Hubo pancartas con cariñosos mensajes hacia Doncic y hasta llevaron un ataúd para representar la muerte de los Mavericks.La peor parte se la llevó Harrison, al que en cánticos y pancartas se tildó de mentiroso. Es tal la tensión que se vive en Dallas estos días que el mánager general de la franquicia ha tenido que contratar seguridad privada pues ha recibido incluso amenazas de muerte.
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