Una de las imágenes más esperadas del Gran Premio de Mónaco de Fórmula 1 eran las referidas a Adrian Newey, en su primer fin de semana vestido con el ‘verde’ de Aston Martin. Por la cabeza y las manos del ingeniero más ganador de todos los tiempos pasarán todo tipo de ideas y conceptos, pero el primer impacto sobre el asfalto fue claro: tocaba observar a McLaren, el gran equipo del inicio de temporada.Newey fue directo cuando se abrió el tiempo de parrilla en Mónaco y los coches accedieron a sus lugares de salida junto a los VIPs y personalidades del ‘paddock’. Acudió al McLaren, que seguro que ya conoce de memoria por las miles de fotos que le deben llegar, y vigiló qué tiene de especial ese MCL-31. Su virtud está en la refrigeración para el poco desgaste de neumáticos, y es algo que todos quieren imitar.Posteriormente, Newey acudió a su antiguo equipo, Red Bull. Allí se le vio conversar con Christian Horner, jefe del equipo de las bebidas energéticas. Sus imágenes con el verde de Aston Martin recordaron a cuando observaba, vestido de Red Bull, a los Ferrari de Alonso que no daban la talla en lo técnico pero sí con las manos del asturiano.En cuanto a Fernando Alonso, lo tuvo claro cuando le preguntaron por la cita en el Principado. «Estaré satisfecho ganando en Australia 2026», comentó a los micrófonos de DAZN. No duda, su objetivo es el futuro y Newey es una vía al éxito clara.De momento, el efecto Newey sí que se hace notar. Con el británico más presente, el AMR25 parece renacido, entró en dos Q3 seguidas y permite que el pilotaje de Fernando Alonso pueda servir para alcanzar mejores resultados que los del inicio de temporada.
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