Los ‘viejos rockeros del Atlético’ nunca mueren

Pocos días tan indicados como este sábado 13 de diciembre, con la España más rockera de luto por la desaparición de uno de los mayores letristas, artistas en mayúsculas diríamos, que dejó nuestro país; para que los ‘viejos rockeros del Atlético’ se reivindicasen.

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El día en el que el Metropolitano despidió a Robe Iniesta, líder de Extremoduro, simpatizante colchonero a cuenta de que iba ‘con su papá de la mano’ al Calderón, que diría otro inmortal como Joaquín Sabina; en lo deportivo, los dos ‘viejos rockeros’, la ‘vieja guardia’ del Atlético, fue la que sacó las castañas del fuego.

Koke Resurrección y Antoine Griezmann. Los ‘Batman y Robin’ del Atlético, quizás con menos protagonismo en los últimos tiempos, respecto a lo que tremendo palmarés haría pensar, rescataron al equipo en un día extraño. Entre celebración ‘pre navideña’, resaca de la Champions, horario inusual, recuerdo a Robe y necesidades varias de los dos contendientes.

Hacía un año y 110 días que el vallecano no celebraba un gol con el Atlético de Madrid. Lo celebró con rabia y un gesto con dedicatoria especial, mirando hacia su gente. En una temporada complicada para él, en la que se le apuntaba con un actor secundario con la llegada de Johnny Cardoso, pero en a que está siendo uno de los soportes del equipo en la medular. Muchos más minutos de lo que se le presuponía y un nivel notable en muchos partidos para el canterano.

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Una situación parecida a la de Griezmann, algo peor para el francés, si cabe, a cuenta de que en su caso sí que no está siendo titular en tantos partidos –de hecho sólo en ocho de los 23 que lleva disputados-. Y sin embargo, ahí está, una campaña en la que está sacando oro de sus actuaciones. Seis goles y dos asistencias, mejores números que Alexander Sorloth, por ejemplo, segunda de las opciones de Simeone en ataque. La plasticidad con la que bajó el balón llovido que le envió Pubill, para fusilar, acto después, demuestran que el talento no te abandona nunca, que los ‘viejos rockeros del Atlético’ no mueren jamás.Â