Los jugadores del FC Barcelona ofrecieron ante el Atlético de Madrid, en conjunto, una de sus mejores versiones, en términos de juego, intensidad y concentración. Conscientes de la trascendencia del partido, los futbolistas de Flick fueron a tope desde el primer minuto hasta el último, incluso en el tramo final, cuando ya flaqueaban las fuerzas. Y no fue sólo el caso de los titulares: los recambios que introdujo Flick en esos últimos finales respondieron.
El ejemplo más claro es el de Ferran Torres, autor del tercer gol, el que cerraba el marcador, ya en tiempo de descuento, después de hacer un enorme trabajo en términos de presión y de haber colaborado con el equipo en defensa.
También sorprendió el jovencÃsimo Dro. Flick le volvió a dar su confianza cuando se lesionó Olmo, justo en el momento de marcar su gol. Dro jugó seguramente sus mejores minutos en el primer equipo. Mostró una serenidad espectacular y fue decisivo para mantener la posesión del balón e incluso fue determinante en la elaboración de la jugada del gol de Ferran.
Por su parte, Rashford, tras un inicio tÃmido en la presión, fue creciéndose y acabó siendo muy importante para conservar el balón cerca del área del Atlético.
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Christensen entró a dar consistencia y se ubicó junto a Eric en la media, pasando Casadó a la media punta, donde también se sacrificó. Teniendo que reemplazar a gente del nivel de Pedri, Olmo, Raphinha, Lewandowski o Lamine Yamal, Flick apostó y los recambios le devolvieron la confianza.