Los Celtics, lastrados por la baja de Jayson Tatum, con Porzingis renqueante por un virus, y Holiday y Hauser reaparecidos tras sus lesiones, se cayeron con todo el equipo en el sexto partido de la serie (2-4). Ni rastro de acierto ni de orgullo, su seña histórica de identidad, en un Madison Square Garden enloquecido que propulsó a los hambrientos Knicks (119-81), llevándoles en volandas a la final de la Conferencia Este 25 años después.En Boston sabían que sin su estrella iba a ser difícil remontar esta serie, pero lo que no imaginaban era ser barridos de forma tan humillante. Mediado el segundo cuarto ya perdían por 20 puntos (47-27), se fueron al descanso 27 puntos abajo (64-37) y llegaron a perder hasta por 41 puntos en la segunda parte (92-51, a 1:49 del final del tercer acto).Fue una de las noches más duras, si no la que más, de la franquicia más laureada de la NBA. Sólo Jaylen Brown (20+6+6) compareció en el Madison. Pero ante el humillante castigo que estaba sufriendo su equipo se quitó de enmedio a 2.50 del final del tercer acto (84-51) cometiendo tres faltas personales casi consecutivas. Detrás de él, la nada más absoluta.Todo lo contrario que los Knicks, con hasta seis jugadores en dobles dígitos de anotación: Jalen Brunson (23+6+6), OG Anunoby (23+10+2+2 robos+2 tapones), Mikal Bridges (22+4+3), Karl-Anthony Towns (21+12) y Josh Hart (10+11) y el suplente Miles McBride (10). Todo fue muy fácil para ellos ante un grupo de fantasmas vestidos de verde que pasaron por la cancha como almas en pena.Los Knicks arrancaron a todo trapo y con siete puntos de Bridges dieron el primer aviso (11-5). Brown asumió toda la responsabilidad en los Celtics anotando 11 de los primeros 13 puntos de su equipo (14-13). Pero Towns y Bridges lideraron un 8-0, la segunda puñalada de los locales para abrir brecha (24-16).Los Knicks habían olido la sangre y se lanzaron a la yugular de su famélico rival infligiéndole un parcial de 16-4 comandado por Bridges y Anunoby (42-24). Incluso el triple, su arma predilecta, se le encasquillaba a los Celtics (3/16).El desplome de los verdes, absolutamente desbordados, se veía venir. Un 2+1 de Hart redondeaba un 23-7 (47-27 a 5:07 del descanso). Los parciales a favor de los Knicks se sucedían sin apenas oposición, y el último arreón con 7 puntos del renacido Brunson, 5 de McBride y un 2+1 de Towns fue mortal de necesidad antes del descanso (64-37).Los Celtics se marcharon a los vestuarios con su menor anotación de la temporada en una primera parte y con Brown como único salvavidas (18 puntos de los 37 de su equipo), pero también con 6 de las 11 pérdidas de los suyos. El horripilante 33,3% en tiros de campo (14/42) y 21,1% en triples (4/19) metió al campeón en un fango del que ya no salió.Los Knicks, sin estar finos en el tiro (7/23 triples), habían echado del partido al campeón a la fuerza bruta con su agresividad defensiva y las embestidas de Towns, Bridges, Brunson y McBride, que no levantaron el pie del acelerador hasta atropellar a su rival.Anunoby amplió la ventaja con cinco puntos en la reanudación (68-37). Dos triples de White dieron aire a los asfixiados Celtics (69-43). Un espejismo difuminado por los triples de Brunson y Hart y un 2+1 de Towns (80-43, a 6:33).El colofón al desastre de los Celtics llegó con la sexta personal de Brown (20+6+6), que acabó así con la agonía que estaba padeciendo. Y los Knicks, desmelenados, llegaron a mandar hasta por 41 puntos (92-51, a 1:49 del final del tercer cuarto) para deleite de un Madison Square Garden enloquecido que volverá a ver a su equipo en una final de del Este 25 años después.
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