El carril de boxes del Gran Premio de Singapur ha sido, históricamente, un juez del Mundial de Fórmula 1. Ya ocurrió en la primera edición de la historia en Marina Bay (2008) cuando Felipe Massa sufrió problemas con su manguera para el repostaje y después vino todo aquello del crashgate. Y quién sabe si en 2025 podría afectar. De momento, uno de los favoritos a todo sufrió problemas en ese delicado carril de vuelta al circuito.Massa, en en momento de arrancar la manguera en Singapur 2008.EFELando Norris, segundo en el campeonato tras su compañero Oscar Piastri, sufrió uno de los accidentes tontos de la jornada de viernes del Gran Premio. Un incidente extraño, pero sí importante porque fue causado por Charles Leclerc, otro de los favoritos a llevarse la victoria bajo los focos del domingo. Los dos coches salían del box, cuando el monegasco no midió su incorporación, contactó con Norris y le envió, a muy bajavelocidad, a tocar con una de las paredes del muro de boxes.Es una situación complicada. Le costó más caro a Norris, que rompió su alerón delantero. Y podría tener causa a un Leclerc que será investigado por una maniobra delicada. Es raro ver un castigo en los libres, pero los comisarios podrían castigar al líder de Ferrari con algo más que el tradicional apercibimiento de los libres. El unsafe release es evidente.»He chocado. Ha ido contra mí directamente», recalcó Norris por la radio. Después no se sintió nada cómodo en sus vueltas rápidas y lo dejó claro por la radio. «El coche no es el que está a medio segundo, soy yo el que lo estoy», explicó a su ingeniero. No son las mejores sensaciones.El coche no es el que está a medio segundo, soy yo el que lo estoyLando NorrisAdemás de protagonizar el golpe, ni Norris ni Leclerc mostraron su mejor versión después del viernes. El británico se quedó quinto a medio segundo (+0.483) del 1:30.714 de Oscar Piastri -también superado por Verstappen, Hadjar y Alonso- y deberá exprimir más a su McLaren. Leclerc, por su parte, fue incapaz de cerrar una buena vuelta y se quedó a siete décimas en novena posición. Por lo menos, mejoró el tiempo de un Lewis Hamilton que dejó marcas de su Ferrari en varios muros de la Marina Bay.
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