La llegada de Pellegrino Matarazzo a la Real Sociedad no solo implica un cambio en el banquillo, sino también una exigencia directa a varios futbolistas clave que, hasta ahora, no han estado a la altura de lo que se esperaba de ellos. La Real atraviesa una temporada muy pobre y una de las razones principales es la falta de rendimiento individual de jugadores llamados a marcar diferencias. El nuevo técnico necesita respuestas inmediatas, porque sin la mejora de estos nombres será imposible levantar el vuelo.
Uno de los focos está en Ã�lex Remiro. El portero de Cascante solo ha conseguido una porterÃa a cero en lo que va de temporada en LaLiga, un dato que lo sitúa entre los guardametas con peores registros del campeonato. Evidentemente, no toda la responsabilidad es suya, ya que la fragilidad defensiva del equipo es colectiva, pero su nivel está lejos del mostrado en campañas anteriores. En un año de Mundial, con competencia directa en la porterÃa de la selección, Remiro necesita dar un paso adelante cuanto antes.
Remiro en el último entrenamiento de Ansotegi con la Real Sociedad en Zubieta
MUNDODEPORTIVO.COM / Terceros
Otro de los señalados es Aramburu. El lateral sigue sin aportarle prácticamente nada a la Real en fase ofensiva. Le cuesta incorporarse con criterio, no genera ventajas y, en muchos tramos, parece desconectado del partido. En el fútbol actual, los laterales son una pieza clave para ensanchar el campo y dar profundidad, y la Real no está encontrando eso por su banda. Matarazzo deberá exigirle una mejora clara en este aspecto o buscar alternativas.
En el eje de la defensa, Zubeldia tampoco ha arrancado bien la temporada. Su inicio está lejos del nivel de solidez y fiabilidad que se le presupone. Más allá de errores puntuales, lo que se echa en falta es jerarquÃa, mando y liderazgo en la zaga. En un equipo frágil, el central debe ser un sostén emocional y futbolÃstico, y Zubeldia está obligado a asumir ese rol si quiere ser indiscutible.
Lee también
El CTA respalda el penalti de Mariezkurrena a Carlos �lvarez
Ramón Fuentes
Año nuevo, ¿Real nueva?
Txema Oliden
En el centro del campo, Carlos Soler sigue sin ser el futbolista que la Real esperaba. Aunque ha mejorado fÃsicamente respecto al inicio del curso, sigue apareciendo poco en el juego. Necesita mucho más contacto con el balón, asumir responsabilidades y ofrecer más registros al equipo. La Real carece de continuidad con la pelota, y Soler deberÃa ser uno de los jugadores capaces de darle pausa, ritmo y creatividad.
Take Kubo ante el Levante
Ana Escobar / EFE
El caso más preocupante es el de Take Kubo. Sin duda, la gran decepción de la temporada. El japonés no desborda, no rompe lÃneas, no desequilibra y no marca diferencias. La lesión en el tobillo ha mermado su rendimiento, pero el equipo le necesita y le echa de menos a partes iguales. Kubo debe recuperar su chispa cuanto antes, porque sin su versión diferencial la Real pierde una de sus principales armas ofensivas.
Por último, Zakharyan llega a un punto clave. Superados sus problemas fÃsicos, ya no hay excusas. Es el momento de dar el paso adelante, de empezar a justificar su apuesta y su talento. Para él, este tramo de temporada es casi un ahora o nunca. Matarazzo necesita que aparezca, que se implique y que empiece a marcar diferencias reales en el juego.

