Thibaut Courtois jugaba en el Atlético de Madrid y fichó por el Real Madrid, donde se ha convertido en uno de los mejores porteros del planeta. Sus reflejos han dado puntos y sus paradas han conllevado tÃtulos. Para los colchoneros, siempre será un traidor del que han tenido que terminar quitando la placa que le habÃan puesto, a modo de homenaje. Joan Garcia jugaba en el Espanyol, era un canterano que se besaba el escudo cuando conseguÃa que, con sus paradas y con la energÃa de Manolo González, el equipo lograse quedarse en Primera División. Tras pagar la cláusula de rescisión de 25 millones, fichó por el Barça.Â
Thibaut Courtois le muestra al árbitro Busquets Ferreer un mechero que le lanzaron desde el sector ultra del Metropolitano
FOTO: J.A. SIRVENT
Para la afición perica, el porterazo de Sallent siempre será un traidor. Como es bien sabido, el espanyolismo le recibirá en Cornellà como le recibirá. No adelantemos acontecimientos. Y que el barcelonismo no dé lecciones de lo que deberÃa suceder, porque los episodios de los retornos de Schuster, Laudrup y Figo con la camiseta del Madrid nos invalida para hablar de ‘fair-play’ en cuanto a recibimientos sonados se refiere.Â
Lo que es seguro es que Joan Garcia no provocará a las masas como si hizo Courtois, dos años atrás, en el derbi del Metropolitano. Tras el gol del madridista Militao, al portero del Madrid le lanzaron un mechero que, por suerte, no le dio. Lo cogió, se giró a la grada e hizo un gesto que no vio ni Busquets Ferrer, ni ninguno de sus asistentes. Con las dos manos, Courtois invitaba a la afición que le lanzase más mecheros. Cosa que hicieron. Seguro que Joan Garcia, por más estrés que le pueda generar la situación, no será quien provoque a una afición que le quiso tanto que, por eso, ahora le odia en la misma proporción.

