Flick agitó 2024, triunfó en 2025 y puede soñar para 2026

Hay que admitir que ni los más viejos del lugar podían pronosticar que el efecto de Flick al llegar al Barça tuviera resultados tan rápidos, en juego y en títulos. Se puede decir, en cierta manera, que en 2024 agitó al equipo, en 2025 lo acostumbró a ganar títulos y, si se puede decir así, en 2026 tiene licencia para soñar. Ya comenté en mi anterior artículo que el listón que le falta por saltar es cuando, en Europa, le toque jugársela ante PSG, Bayern, City, Chelsea o Arsenal, por mencionar a los ‘cocos’. Y eso partiendo de la base de que hay que tener claro que la Champions debe ser una ilusión, no una imposición, porque ganarla depende de muchas cosas, entre ellas la suerte que tengas el día en que hay que tenerla. Pero, de entrada, este equipo ya se ha ganado el derecho a pensar siempre en grande.

La carrera por los títulos de la temporada empieza ya en enero. Tras el derbi a priori más apasionante en mucho tiempo, ante el Espanyol, llegará la oportunidad de ir a por la Supercopa. A este torneo que se disputa un año más en Arabia llegará el Barça de la mejor manera. Si ya de entrada considero que la vida hay que verla siempre con el vaso medio lleno y no medio vacío, más en este caso. Para el Barça el torneo es un aliciente que se debe vivir desde el desafío de sumar un nuevo trofeo, mientras que para el Real Madrid, por ejemplo, será como un juicio sumarísimo: demasiado cuando hablamos del cuarto trofeo en importancia del curso. A este arranque de 2026 hay equipos que entran con ilusión, como el Barça, el Espanyol o el Atlético de Madrid, pero veo al Real Madrid metido en unos líos que en cierta forma me recuerdan al Barça de otras épocas: que si el entrenador, que si qué hacemos con Vinicius, que si esto, que si lo otro… Diría, además, que en estos ambientes de agitación del ‘entorno’ siempre nos hemos movido mejor aquí. Por eso, asumiendo que para el Barça no ganar la Supercopa sería una decepción pero no una catástrofe, en el Madrid, todo lo contrario. La ocasión de aumentar esas dudas sería, para el Barça, una ganancia que iría mucho más allá que el propio título.

Vuelve el derbi con encanto
Espanyol-Barça
El nuevo año se estrenará con un derbi catalán entre el Espanyol y el Barça que hacía años que no veíamos. Está claro que entre dos equipos con tanta rivalidad y tan antigua como la que mantienen ‘pericos’ y ‘culés’ se echaba de menos que se enfrentaran en un partido en el que los dos llegaran con la “flecha hacia arriba�, que diría aquel. Hace mucho tiempo que no pasaba lo que se va a a ver este sábado en Cornellà: un pulso en las alturas de la Liga cuando prácticamente ya se ha disputado medio campeonato. Para llegar así ha tenido mucho que ver el temporadón que está haciendo el Espanyol y, por supuesto, que este Barça de Flick mantenga el listón tan alto. Me recuerda bastante a aquellos derbis de los 70. Solamente por eso ya merece la pena que todos nos sentemos a disfrutar.