El presidente del Madrid volvió a tener un ataque de barcelonitis el dÃa después de acabar el ultimátum a su entrenador con la victoria ante el Alavés y ver en la clasificación que el Barça sigue con cuatro puntos de ventaja. Volvió a citar a Negreira, pero el auténtico escándalo lo tiene en casa.
Carlos MegÃa Dávila, ex árbitro internacional, era el encargado de los colegiados en el Real Madrid y actualmente es el delegado de campo. Su mujer es Yolanda Parga, responsable del arbitraje del fútbol femenino y miembro del comité ejecutivo de la Federación española en representación del Colegio Técnico de Ã�rbitros.
El dÃa que el Celta derrotó al Madrid en el Bernabéu se pudo ver a MegÃa Dávila increpando al árbitro después de expulsar a dos jugadores blancos con toda justicia. El delegado del Madrid se mostró desencajado, cuestionando al colegiado.
¿Por qué no se pone sobre la mesa si hay realmente un conflicto de intereses en este caso y en cambio solo se habla de Negreira? La mujer de MegÃa es informadora arbitral y tiene un alto cargo en la Federación. Ese sà que es un verdadero escándalo. Pero esto no se airea. Se pone a pasear el nombre de Negreira sin que exista ningún delito en el caso y, en cambio, se silencia un conflicto de intereses real en el Real.
Que el Madrid denuncie un problema arbitral en el fútbol español es de una hipocresÃa incalculable pero sobre todo forma parte de esa estrategia del club blanco, de la que no se separa ni un palmo, para cambiar el relato de una historia repleta de favores arbitrales que pretenden blanquear, nunca mejor dicho.

