Termina el 2025, año en general de buenos recuerdos para el socio y seguidor azulgrana. Competitivos en muchos ámbitos deportivos y, en general con buenos resultados, aunque ha faltado algo a nivel europeo. En cualquier caso, lo mejor que puede decirse es que el equipo de fútbol se ha consolidado ganando tres tÃtulos, que ha ofrecido momentos magnÃficos y que nos ha hecho disfrutar de lo lindo. Y aún podrÃamos añadir que ha conseguido tener una identidad propia, que, con la apuesta por la cantera, además de ahorrar lo que no se tenÃa, ofrece una perspectiva de futuro estimulante. Que en un partido jueguen 9 catalanes, o que la norma sea que entre 6 y 8 de la Masia acostumbren a formar parte de las alineaciones refuerza esta idea que, protegiendo y apostando por la propia identidad, se garantiza un futuro ilusionante.Â
Sin embargo, no todo el monte es orégano. Y si hay un aspecto que sin duda puede mejorar es la relación con el socio. El trasiego de tener que jugar en Montjuïc o de volver a un Camp Nou que no está ni al 50% genera muchas dudas y situaciones complicadas. Pero no todo vale, y la sensación de muchos de los asiduos en Montjuïc y después en el Camp Nou, o de aquellos que lo han intentado sin fortuna, es que el espectador foráneo ha sido el gran protagonista y beneficiado de esta época y se ha situado en el centro. Y el socio ha ido hacia el extremo. Y a menudo, literalmente.
Que el 2026 nos traiga tÃtulos, nos ahorre lesiones y garantice el protagonismo que el socio merece. ¡Feliz año nuevo!

