Desde el 2008 y con solo la interrupción de 2020 y 2021 por el Covid-19, la Fórmula 1 se parte la cara en un infierno en latierra. Ya no es los ochenteros puntos fuertes de las calles de Mónaco que Ayrton Senna «veía como un túnel», ni el Infierno Verde donde Niki Lauda casi se deja la vida en un accidente tremebundo en su última edición (1976). Es diferente. Algo rompedor en condiciones y dureza para la categoría más punteraen lo tecnológico, que lleva a los mejores pilotos del mundo al extremo sufrimiento para conseguir un resultado. «Es lo mismo que hacer dos horas de spinning dentro de una sauna», definía Nico Rosberg.Pérez, tras la carrera de hace un par de cursos.LAPRESSEEs lo mismo que hacer dos horas de spinning dentro de una saunaNico RosbergEl Gran Premio de Singapur es esa batalla a lo extremo que ya se ve poco en la Fórmula 1.Qatar y su carrera del 2023 donde se llegó a los 40º y 70% de humedad fue un caso. Y Malasia, que reventaba los físicos más perfectos como el de Fernando Alonso (aquella imagen mítica de 2005 cuando se sentó en el podio en total deshidratación) era otro. Marina Bay es un reto similar en los más de cinco kilómetros, 24 curvas y muros rodeando en más de 60 vueltas. Golpea de todo y salir a flote es una misión casi imposible.Allí se une de todo. Las temperaturas, pese a correr de noche, superan los 30º grados y establece mínimas de 26 o 27º. La humedad, en paralelo, siempre por encima del 55%. Es un cóctel sumado al esfuerzo físico provoca que los pilotos puedan perder… hasta cuatro kilogramos en casos extremos. Porque casi que no merece la pena dar tragos. «La bebida se calienta, es como té. Demasiado caliente para poder beber», apuntó Magnussen en el pasado.La bebida se calienta, es como té. Demasiado caliente para poder bebeKevin MagnussenEn ese reto constante, los fallos se multiplican. Hay pilotos que dicen que casi no se respira, pues no hay descanso. Y hay ejemplos de accidentes espeluznantes al no poder superar ese límite, como el de Stroll en 2023, donde no pudo salvar el comportamiento del Aston Martin y terminó en la barrera. «Es la carrera más dura de todas. El calor, la humedad, todo lo que giras el volante, la capacidad de focalizarte cuando lo haces. No bebes en la primera parte de carrera, después algo más», explicó Tsunoda hace un par de cursos.Y casi que no hay soluciones. La de lidiar con la humedad es un poco lo que cada uno puede. Y no se recomienda abrirse el casco, pues el calor volverá a golpear con dureza. «Lo mejor es que puedes perder peso. Pero en lo negativo, estás incómodo. Siempre tienes calor y no puedes hacer nada porque no dejas de sudar. Solo puedes estar ahí e intentar acomodarte», reconoció Verstappen al respecto.Siempre tienes calor y no puedes hacer nada porque no dejas de sudar. Solo puedes estar ahí e intentar acomodarteMax VerstappenEs un infierno perfecto para la batalla por todo. Que contará, en paralelo, con otros factores menos duros pero igual de incómodos. Los ya ajustados sitios, unas horas nada habituales para el Gran Premio y toda la tensión asociada a una carrera del Gran Circo.
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