Las cuentas son sencillas y exponen con más elocuencia que cualquier discurso alambicado lo que sucede en la F1 actual. McLaren ha ganado 12 de las 16 carreras disputadas este año y encara la recta final del certamen con la certeza de que van a ganar en Pilotos (salvo que el genial Max Verstappen obre el mayor milagro de su exitosa trayectoria) y en Constructores. Mientras, Mercedes se ha embolsado, al menos, un triunfo (George Russell se lució en Canadá). Las otras tres victorias llevaron la rúbrica de la estrella de Red Bull. ¿Y Ferrari? Pues cero patatero. Van segundos por equipos con 280 puntos (a una distancia sideral de líderes: McLaren atesora 617), pero Charles Leclerc (quinto con 163p) y Lewis Hamilton (sexto con 117p) no están luciendo al nivel que se les presupone.El último Mundial que ganó el cuadro de Maranello fue en 2008 (en Constructores), mientras que el último triunfo en pilotos (el que importa de verdad) se lo metió en la mochila Kimi Raikkonen en 2007. Ha llovido mucho de aquello, por esa razón no es de extrañar que existan unas urgencias históricas para los tifosi que no acaban de satisfacerse.Luca Cordero di Montezemolo, pensativo.SCUDERIA FERRARIEl zasca del exmandamásEn este contexto ha llegado la acerada crítica de un expresidente de la Scuderia. Luca di Montezemolo, mandamás de Ferrari de 1991 a 2014, se ha despachado a gusto a la hora de analizar la vigente coyuntura del cuadro del Cavallino Rampante.»Vi las imágenes de los fans de Ferrari en Monza. Me parecieron preciosas. Es por ellos que las cosas deben cambiar. Por toda esa gente que estuvo en el circuito y que tiene una fe inquebrantable en este equipo. Ferrari tiene hoy una gran responsabilidad, especialmente hacia ellos», ha recalcado con motivo del estreno de «Luca: Seeing Red». Y ha añadido: «Tuve a Mauro Forghieri, Franco Rocchi y Giancarlo Bussi, y luego, en los años 90, a Jean Todt, Rory Byrne y Ross Brawn. Hoy, Ferrari carece de un líder. Lamento ver un equipo sin liderazgo y, sobre todo, sin un alma fuerte y decidida».Y no ahí se no queda su catálogo de reproches. «Los resultados tienen que ser lo primero. Cuando estaba en Ferrari pasé por momentos terribles porque perdimos varios mundiales al final. Hoy veo un equipo que, a pesar de tantos anuncios previos, no ha ganado ni una sola carrera. E incluso si hubieran ganado una no sería suficiente, ya que Ferrari está obligada a conquistar el Mundial después de tantos años sin hacerlo».
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