Los Mavericks ya han visto todo lo que tenían que ver de Cooper Flagg en la Liga de Verano de la NBA. El número del 1 del draft no volverá a tener minutos en unos partidos en los que la mayoría de los jugadores pelean por un puesto en las plantillas. Él no lo necesita. Apunta a estrella y en Dallas prefieren que no arriesgue ante una posible lesión y que combine descanso con trabajo individualizado.El jugador de 18 años y 2,06 metros sólo ha disputado dos encuentros en la Summer League. El mediático estreno ante los Lakers fue muy mejorable, con 10 puntos y 5/21 en tiros de campo. «Ha sido, probablemente, el peor partido de mi vida», dijo a la conclusión. Cosas del debut, pues su calidad y sus condiciones resultan indiscutibles. Lo demostró en la segunda cita, ya con 31 puntos (10/21 en lanzamientos de campo) frente a los Spurs, donde estaba Dylan Harper, número 2 del draft.Flagg metió casi la mitad de los puntos de los Mavericks en esa derrota por 76-69. Se le vio mucho mejor, muy agresivo llegando al aro, culminando alley-oops, haciendo entradas con las dos manos, acertando desde el triple… Sus recursos son numerosos.Él encontró un lunar en su actuación. «Fallé un montón de tiros libres [8/13]. Sé que mi madre probablemente no estaba muy contenta con eso», lamentó aludiendo a quien fue su entrenadora cuando era niño. Josh Broghamer, que ha dirigido a los de Dallas en la Summer League se mostró satisfecho con el trabajo de la futura estrella: «Simplemente sigue haciendo las jugadas correctas».
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