Cuando la Fórmula 1 ya está a pocos días de comenzar su frenética actividad en el Bulevar de Bakú para la disputa del Gran Premio de Azerbaiyán, todavía quedan asuntos pendientes de la última carrera, la de Italia, donde Fernando Alonso perdió otra buena oportunidad de sumar buenos puntos. El asturiano marchaba en séptima posición cuando la suspensión de su AMR25 dijo basta en la entrada a Ascari y se vio obligado a la retirada. El motivo, en ese momento, no quedaba claro, aunque con el paso de los días ya existe una causa de lo ocurrido en Monza.El piloto español no pudo acabar la carrera en Monza. Fernando Alonso tuvo que dejarlo en la vuelta 24 de las 53 cuando tenía serias opciones de ser octavo.Es la grava. Tal y como suena y del modo más insospechado. Se teorizó erróneamente sobre lo ocurrido, pero la realidad es que el AMR25 del ovetense se rompió de una forma que pocos pueden esperar. Concretamente, y como adelantan medios como la versión italiana de Motorsport, golpeó grava proveniente de coches delanteros durante la primera vuelta y eso comprometió el desarrollo de la carrera en una configuración de circuito como el del Parco di Monza.Las piedras golpearon al coche de Alonso, el equipo verde no pudo detectar lo ocurrido al ser inapreciable y la carga continua, propia de Monza, terminó provocando el fallo de la suspensión cuando no se habían completado las primeras 26 vueltas de la carrera. No había culpa alguna del piloto, ni de la trazada en Ascari. Monza tiene esos riesgos y desde la salida había grava que salía rebotada desde los coches, pasando por otras zonas comprometidas como Roggia o Ascari donde lanzar piedras es sencillo. Los coches sufren desgaste y pasan cosas tan dolorosas como ese abandono.Red Bull driver Max Verstappen of the Netherlands steers his car in front of Aston Martin driver Fernando Alonso of Spain during the qualifying session ahead of the Italian Grand Prix at the Monza racetrack in Monza, Italy, Saturday, Sept. 6, 2025. (AP Photo/Luca Bruno)Luca BrunoNo es el primer incidente del piloto asturiano con la grava lanzada por otros pilotos en la temporada. Ya en la primera cita del calendario, la de las calles de Melbourne, Pierre Gasly dejó una ‘piscina de piedras’ en la trazada que Alonso se comió y le envió directo al muro. Esos puntos fueron los primeros en una lista de 35 o 40 que el asturiano no ha dudado en señalar como perdidos.Aunque los de Monza duelen dado el nivel de perfección alcanzado en un circuito donde las mejores estimaciones de Aston Martin colocaban a los coches de Silverstone entre las posiciones 13 y 16. «En la Fórmula 1 no hay milagros», dijo Mike Krack, su ingeniero jefe en pista, al respecto. El luxemburgués explicó que la magnífica ejecución de la clasificación y la estrategia por parte de Alonso había abierto una posibilidad que se cerró al romperse uno de los brazos de suspensión del coche ’14’.
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