Fernando Alonso no se merece un 2025 así. El asturiano ya había dejado claro que se dejó hasta Monza (allí llegó el colmo de los problemas) 35 o 40 puntos en el global del campeonato, y en Singapur volvió a ver que todo lo que da en pista no tiene correspondencia con los resultados. Fue, junto a George Russell, el imponente vencedor del Gran Premio, el mejor de la carrera y ‘sólo’ rescató un 8º tras luchar ante mil y un problemas. Pero así es la F1. O ganas… o no.Alonso dejó el mejor adelantamiento del inicio de carrera ante Hadjar y la tele no lo enseñó. Después tiró 29 vueltas con un neumático blando y en la parada todo se torció al fallar una de las pistolas de Aston Martin. Pero se levantó llevándose la enésima batalla ante el franco-argelino, al que dejó con el molde en el primer sector en una ‘pasada’ que tuvo cruzada incluida. Es el mejor y con una diferencia abismal. Consiguió volver al octavo. Alonso es un magoAlonso es un piloto diferente, casi un mago. Se levantó ante los mil problemas de la carrera para lanzarse con todo a amarrar una octava posición que no hace justicia al trabajo. Porque sufrió problemas, pero tenía ritmo y encontró dos adelantamientos a Hadjar y Bearman cuando parecía que su carrera llegaba a ninguna parte. La parada lenta de Alonso.F1TVPero hay poco premio. Es lo que toca, rescatar un octavo que es mucho mejor que la posición de salida, pero tocando resignarse ante un trabajo magnífico que no da para más porque el rendimiento del AMR25 es el que es. Ya lo dejó claro tras el sábado y es la reflexión principal a tener en cuenta. «Alguno se lo toma a broma, pero es verdad cuando digo que habrá circuitos donde somos los últimos; pero hay otros que nos vienen bien. Y cuando nos vienen bien estamos para ser 9º o 10º», reconoció.Para taparsexMcLaren no está para fiestasMcLaren ya es campeona del Mundial de Constructores, algo que iba a ocurrir tarde o temprano. Pero no hay fiestas. Protagonizó las primeras vueltas con el toque entre sus dos pilotos, Lando Norris y Oscar Piastri, provocando las quejas del líder del campeonato. Fue una acción agresiva, pero propia de las carreras y el equipo lo vio, lógicamente, así. Cosa que no habían demostrado en Monza, con aquella parada lenta de Lando que McLaren compensó devolviéndole la posición. ¿Por qué ese día sí y en Singapur no?Salida de los McLaren.F1Esa es la pregunta real que tiene que lanzarse dentro de McLaren. «Nos pasa por no dejar normas claras», decía Piastri. Que tampoco tiene razón, pues son carreras y los toques existen en distancias reducidas. No había mala intención por ninguna parte, son, simplemente, carreras de coches. Pero puede sentirse perfectamente perjudicado por aquel ‘pasteleo’ de Italia.Russell, enormeHonor al vencedor. George Russell ganó el Gran Premio de Singapur con una exhibición de semáforo a bandera. No sucumbió ante la presión de Verstappen cuando montó la goma dura, no sufrió en los cambios de ritmo y se llevó una victoria de prestigio. Si Mercedes tiene el mejor coche de 2026, el británico podría ser un campeón con todas las de la ley.F1Pero esa será otra historia. La de Singapur es la victoria de un piloto que tiene carácter (que se lo digan a Verstappen, que le amenazó con mandarle al muro si seguían con sus problemillas en pista), que todavía no ha renovado porque sabe que vale más que un 1+1. Russell es un piloto de élite y ganó una carrera que merece valorar.¿Y el Mundial?Verstappen no ganó en Singapur, pero sigue recortando puntos a los McLaren. Siguen siendo 63 puntos de diferencia, más de dos carreras, pero la misión de alargar la batalla vive. La de presionar a Piastri y Norris, que se equivocan y van al límite, la de hacerse una alternativa real porque Red Bull encontró un coche competente gracias a su actualización del suelo de mitad de temporada.Max, en acción.EFEAunque lo del título sigue siendo cuestión de los McLaren salvo un giro de guion increíble. Ahora la diferencia es de 22 puntos, con un Norris que salió agresivo como se le pedía, aunque no pudo con un Verstappen que le tiene comida la moral desde tiempo inmemorial.
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