La Real Sociedad vuelve a mirar hacia arriba. Después de un inicio de temporada marcado por las dudas, la irregularidad y la sensación de caminar demasiado cerca de los puestos incómodos de la clasificación, el equipo ha encontrado un punto de estabilidad que ha reabierto por completo el debate europeo. Durante semanas, el discurso giró alrededor de poner tierra de por medio con el descenso; hoy, en cambio, la conversación se ha desplazado hacia la posibilidad -real y tangible- de engancharse a la pelea por el séptimo puesto, el último que, casi con total seguridad, dará acceso a Europa.
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La dinámica reciente ha permitido al conjunto txuri urdin tomar aire, asentarse y reencontrarse con un escenario competitivo más acorde a su objetivo natural. Los datos acompañan la sensación. La Real Sociedad no estaba tan cerca de la séptima plaza desde la jornada 25 de la temporada pasada. Entonces, el 23 de febrero, un sólido 3-0 ante el Leganés dejó al equipo, dirigido por Imanol Alguacil, a solo un punto del Betis, séptimo con 35 puntos.Â
Imanol ante el LeganésÂ
Aquella campaña, además, España terminó con ocho plazas europeas, por lo que el conjunto donostiarra también estuvo virtualmente cerca del octavo lugar: en la jornada 34, la Real llegó a colocarse a un punto del Rayo Vallecano, octavo, aunque ocupando la undécima posición. Sin embargo, este año el contexto es distinto. Todo apunta a que solo habrá siete billetes continentales, lo que convierte la séptima plaza en el único punto de referencia válido. Aunque es algo que no se puede prever. Simplemente es difÃcil que se dé igual que el año pasado. No se puede contar con ello.Â
Por eso, el impulso actual adquiere tanta relevancia. La Real se ha alejado del peligro y, casi sin hacer ruido, se ha reenganchado a una batalla que parecÃa lejana en septiembre. El equipo vuelve a competir con seguridad, muestra una versión más reconocible y ha recuperado la sensación de estar cerca de lo que se espera de él. Europa vuelve a entrar en el guion.