Es de primero de manual de populismo. Para arengar a los propios, para darles placer, no hay nada más efectivo que darle caña al enemigo y señalarle como el origen de todos los males. Florentino Pérez, en la Asamblea de compromisarios del Real Madrid, hizo este domingo un discurso muy parecido al que soltó Joan Laporta en la Asamblea telemática de socios del mes pasado, pero, claro está, con los papeles cambiados. El presidente culé es más sutil, hablando de “madridismo sociológicoâ€� que todo lo impregna. Florentino, en cambio, tiró de un victimismo que no concuerda con su talante triunfador y enfangó los tÃtulos conseguidos por el Barça: “No es normal que el Barcelona haya pagado al vicepresidente de los árbitros más de 8 millones, durante 17 años, en un perÃodo que coincide casualmente con los mejores resultados del Barçaâ€�. Estamos de acuerdo que no es normal y es un autogol que cuesta digerir que cuatro presidentes pagasen esta suma de dinero a un vivales que no lo merecÃa. Pero Florentino sabe, en la intimidad, que esos tÃtulos que ganó el Barça tenÃan un nombre que le quitaba el sueño: Leo Messi. Acompañado de los Xavi, Iniesta, Busquets y compañÃa. Si se extraña que, en esos años el Madrid lograse más Champions que ligas, es porque, sencillamente, jamás se topó con el Barça en Europa. Esa fue su suerte. El único año que se enfrentaron, Messi le metió dos en el Bernabéu. El presidente del Madrid, en su discurso, mandó un mensaje para seguir presionando a los árbitros y un recado a Laporta, que cree que le ha traicionado. Tanto que le ayudó en el inicio del actual mandato y ahora se acerca a Tebas y reniega de la Superliga. Y el señor Pérez pasa factura.
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