Pagliuca: «Esa final perdida ante el Barça es una herida que nunca sanará»

Gianluca Pagliuca, ex portero internacional italiano que defendió el marco de la Sampdoria en la final de la Copa de Europa de 1992 que decidió un gol en la prórroga de Ronald Koeman para el Barça en el viejo estadio de Wembley, admitió 33 años después que «aquella herida nunca sanará».

Gianluca Pagliuca, tras recibir el decisivo gol

En palabras recogidas por La Gazzetta dello Sport, decano de la prensa deportiva en Europa junto a MD, el ex guardameta, que hoy tiene 58 años, afirmó que la Sampdoria, en la que estuvo nueve temporadas, «merecía aquel título, por supuesto».

«Fueron años maravillosos, ganamos un ‘scudetto’ histórico y perdimos una final que aún duele, una herida que nunca sanará», comentó rememorando un ciclo que no se pudo cerrar con la conquista de la ‘orejona’ para el club genovés, que finalmente fue la primera de las cinco que ha logrado el FC Barcelona.

Los recuerdos de Pagliuca sobre aquella Sampdoría son muchos y buenos, tantos que desveló que en 2025 mantiene un grupo de ‘whatsapp’ con ex compañeros de aquella plantilla con la que también perdió una final de la Recopa de Europa en 1989 ante el mismo rival, el Barça. «Lo usamos a menudo. Debo decir que, en medio de la tragedia, la muerte de Gianluca Vialli nos unió aún más. Él también escribió varias veces; era muy activo en el grupoâ€�, recordó.

De sus días en la Samp, al mando del por entonces ya veteranísimo ex entrenador del Real Madrid Vujadin Boskov, Pagliuca guarda anécdotas muy curiosas. «Es cierto, no lo niego, siempre me ha gustado la fiesta. He estado con muchas mujeres. No me gustaba mucho beber, pero sabía divertirme…», señaló. En cuanto a sus ‘colegas’ de correrías de ‘boite’, el ex cancerbero describió alguna escena. «El año que gané el ‘scudetto’ con la Sampdoria teníamos un ritual: yo iba a Bolonia los lunes, jugaba por las tardes, y los martes entrenaba en Bogliasco. ¡Y lo ganábamos todo en el campo! Recuerdo una vez que me encontré con Vialli en Bolonia; me sorprendió. ‘¡También tienes que aguantarme aquí!’, gritó mientras me abrazaba». Boskov estaba enterado de todo y lo manejaba a su modo. «Los viernes, nos aconsejaba a Marco Lanna y a mí que mantuviéramos la profesionalidad hasta el día del partido. ‘¡Cierren los grifos!’, nos decía. Y nosotros nos partíamos de risa», explicó.

De Vialli,el crack de la delantera junto a Roberto Mancini, Pagliuca guarda muy buen recuerdo casi tres años después de su muerte. «Era un hombre increíble, alguien que te decía las cosas a la cara. Por eso nunca discutimos. Conocí a una persona auténtica; sabía ser un líder en el campo y un líder de equipo por la noche», relató.

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El de aquella Sampdoria era un vestuario de primer nivel. «Ã‰ramos un grupo estelar», dijo sobre un grupo en el que Boskov tenía su núcleo duro, con Vialli, Mancini y un veterano defensa, Pietro Vierchowood. «Incluyamos también a Vierchowod; ellos eran sus asesores de confianza, pero seamos claros, no estaban al mando. Consultaban, pero Boskov siempre tomaba las decisiones», subrayó en relación a las alineaciones, por ejemplo.

Pagliuca, con Romario, en la final del Mundial de 1994
MD

Además de la Copa de Europa de 1992 ante el Barça, hay otra final que todavía escuece la memoria de Pagliuca, la del Mundial de 1994, la que Brasil ganó a Italia en una tanda de penaltis que más de tres décadas después aún se reprocha. «Todavía no puedo dormir. A veces me despierto por la noche y veo los vídeos de los penaltis. Me despierto y me digo: ‘¡Tírate a la derecha!’. En vez de eso, me descolocaron tres veces. Tiré uno, pero no fue suficiente. No puedo sacarme esa imagen de la cabeza: yo corriendo a un metro de la Copa del mundo. Podría haberla tocado, estaba ahí…», lamentó el portero a quien Koeman le dejó ya sin la corona europea dos años antes de la mundial.
 
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