No hace falta ser ningún tipo de adivino para conocer que uno de los temas de conversación del próximo Gran Premio de Singapur de Fórmula 1 será la exhibición de Max Verstappen en las últimas semanas. El neerlandés viene de encadenar dos triunfos (Monza y Bakú) aplastantes, se ha reenganchado a la pelea por el título mundial ante los McLaren de Piastri y Norris; y pasó su tiempo libre… en el Infierno Verde. En el Nordschleife, uno de los circuitos más duros del planeta, Max sacó su licencia para competir y debutó con un GT3 con una victoria sin oposición a bordo de un Ferrari. Verstappen en Nürburgring.@VerstappenCOMLa habilidad de Max no albergaba dudas y su capacidad de adaptarse a otro tipo de coches y circuitos se pone en valor. Es algo que en la Fórmula 1 moderna no es habitual, y el único que puede mirarse a ese espejo es Fernando Alonso. Algo que provoca más paralelos en la vida de dos talentos históricos. Además, se admiran. El asturiano siempre se ha declarado fan del cuatro veces campeón. «Hace cosas que ninguno más puede hacer», dijo. Aunque sí que ha dejado claro que no todo es color derosa. «Los equipos son los que tienen que saber valorar que ventajas e inconvenientes tiene contar con un Fernando Alonso y un Max Verstappen», afirmó.Los equipos son los que tienen que saber valorar que ventajas e inconvenientes tiene contar con un Fernando Alonso y un Max VerstappenFerrnando AlonsoDos pilotos diferentesAlonso, como hace ahora Verstappen, es otro piloto que se ha lanzado a la aventura de probar más allá de la F1. Tras los difíciles cursos con McLaren-Honda, el de Oviedo probó en las 500 Millas de Indianápolis (donde fue primero y pudo pelear por el triunfo), venció en dos ocasiones las 24 Horas de Le Mans con Toyota y fue campeón del mundo de resistencia en la 2018-19, y también corrió el Dakar, donde rozó victorias de etapa con la Hilux T1 oficial en 2020.Verstappen sigue un camino parecido. El de la resistencia con turismos parece su destino preferido, y con su equipo (Verstappen.com) buscará el estreno soñado en las 24 Horas de Nurburgring. En los más de 20 kilómetros del trazado alemán ya brilló en un test (donde quiso correr como incógnito), obtuvo su licencia con un lento GT4 y venció en las NLS, una serie menor. Pero seguirá probando para hacerse rey en un circuito que la F1 vetó en 1976. Esa edición fue la del triunfo del histriónico James Hunt y donde Niki Lauda casi se deja la vida en un terrible accidente en la Bergwerk, una curva de entrada ciega donde se combina el punto de frenada con una salida en ascenso.Accidente Niki Lauda en Nurburgring 1976ARCHIVO MARCAEl neerlandés no tiene miedo ni nada parecido. «Los otros pilotos van a pasarelas de moda. Él va al Nordschleife. Uno de los circuitos más duros que existen. Es impresionante», dice Helmut Marko, uno de sus valedores. Evidentemente, hay que tener en cuenta que no todos los equipos permiten a sus pilotos salirse del foco en la F1, pero su caso rompe con muchas reglas.Los otros pilotos van a pasarelas de moda. Él va al Nordschleife. Uno de los circuitos más duros que existen. Es impresionante»Helmut MarkoUn título improbableAlonso y Verstappen son dos casos únicos. Quizá solo Hulkenberg, vencedor en Le Mans con Porsche, puede compararse de alguna forma entre los pilotos de Fórmula 1. Que sí hay los que han competido en turismos (Albon o Lawson) o en carreras de resistencia (Norris o Stroll), pero no con la transcendencia del español y del neerlandés.Ellos dos todavía vivirán un final de 2025 donde sus caminos pueden tomar una historia similar. Será la del sueño del título imposible de Verstappen, algo que Alonso no pudo cerrar en los conocidos 2010 y 2012. El holandés llega a Singapur con 255 puntos por los 324 de Piastri y 299 de Norris, pero puede buscar ese imposible en las siete citas que faltan para la conclusión del campeonato.Max Verstappen y Fernando Alonso en el podio del GP de Australia 2023.Alonso, en su caso, se quedó a las puertas. En 2010 aquella desgraciada estrategia que le dejó detrás de Petrov en Abu Dhabi lastró las opciones. 2012, por otra parte, tuvo una batalla épica que no pudo cerrar en el diluvio universal de Interlagos. Esas dos coronas fueron para Sebastian Vettel.
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