Los coleccionistas apasionados de la Fórmula 1 tienden a ‘hiperventilar’ cuando se anuncia a bombo y platillo la venta de algo usado por pilotos como Michael Schumacher o Ayrton Senna, bien sea un coche, un casco o cualquier otro objeto que atesorar.Cars International.Hay otro rango de pilotos quizá menos admirados pero que también levantan pasiones, sobre todo si han sido campeones del mundo en alguna ocasión. Es el caso de Nico Rosberg, campeón del mundo en 2016. Y hay motivos para entender que, ahora que Williams ha regresado al podio de la Fórmula 1 con el tercer puesto alcanzado por Sainz en Bakú, el anuncio de la venta de un FW30 pilotado por Rosberg en 2008, en concreto el chasis numero 3, haya causado cierto revuelo, reabriendo la percepción de lo que representa llevar la W en el morro.Monoplaza de transiciónEl FW30 no es un monoplaza ‘cualquiera’. Diseñado por Sam Michael, con Ed Wood y Jon Tomlinson afinando cada línea aerodinámica, el FW30 era el heredero directo del FW29, pero no un simple calco. Fue en realidad un monoplaza de transición, de esos que no marcan campeonatos pero sí brillan de forma puntual en algunas carreras. Y tras la espalda del piloto alemán escondía un motor Toyota RVX-08 V8 de 2.4 litros.Cars International.El coche debutó en 2008 con la promesa de devolver a Williams a la pelea. ¡Y vaya si lo hizo! En la primera carrera del año, en Melbourne, Rosberg se subió al primer podio de su carrera, celebrando un tercer puesto que parecía más un aviso que una casualidad. Después, en Singapur, Nico llevó el FW30 al segundo puesto, rozando la victoria en un Gran Premio que, además de ser el primero nocturno de la historia, lo vio liderar vueltas por primera vez.Solo acumuló 17 puntosAquella temporada Rosberg sumó 17 puntos pero no pudo más que acabar en el puesto 13 del Mundial. Williams cerró el año octavo en Constructores, con 26 puntos, un botín modesto pero que para la escudería contenía algunas de las imágenes más vibrantes de aquella década.Cars International.La unidad que ahora aparece en el mercado es un recordatorio tangible de aquel año irregular. El FW30 no fue un coche dominador, pero sí uno que supo ‘colarse en la historia’ en los momentos adecuados. Además, hay que tener en cuenta que también sirvió de banco de pruebas, ya que la versión FW30B introdujo elementos que prepararían el terreno para la revolución técnica de 2009, incluido el entonces futurista sistema KERS.Coincidencia con el podio de SainzLa coincidencia de esta venta con el presente de Williams es una feliz casualidad para la marca, cuyo departamento lo ha puesto a la venta a través de Cars International. Porque mientras este FW30 busca nuevo dueño, Carlos Sainz se ha encargado de darle a la escudería de Grove un podio en Bakú que hace soñar al equipo con una futura resurrección y de paso darle un poquito de publicidad a la escudería y al coche. Ha sido una unión casual entre pasado y presente, como si el destino hubiera querido subrayar que la historia de la F1 es un círculo que tarde o temprano siempre se cierra.Cars International.Para el coleccionista, esta unidad del FW30 es mucho más que fibra de carbono, titanio y aluminio: es un pedazo de transición en la vida de un equipo que aprendió a sobrevivir en tiempos difíciles. Es la herramienta con la que Rosberg aprendió a luchar contra gigantes, y con la que Williams demostró que aún sabía sacar chispas cuando el material no daba para hogueras. Tenerlo en un garaje es guardar una cápsula de la F1 que huele a gasolina sin restricciones electrónicas y a fines de semana impredecibles.La subasta (o la venta privada; los detalles aún se manejan con discreción) no tardará en despertar pujas en las que a más de un millonario coleccionista le dará ‘un calentón’. Eso sí, aunque se entrega en perfecto estado de revista y con un certificado de autenticidad, además de grabaciones originales, fotografías y otra documentación, su comprador debe tener en cuenta que Williams no lo cede en un estado listo para encenderlo y llevarlo al circuito. Pero con dinero, siempre podrá llevarlo a Williams y pedir que se lo preparen.
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