El Gran Premio de Azerbaiyán tuvo cara y cruz para los españoles. Carlos Sainz fue la parte alegre, con un 3º histórico en Williams. Fernando Alonso, por el contrario, sufrió. No pasó del 15º en una cita donde no había ritmo, una sanción golpeó y el Aston Martin dejó claro que no está para rendir en este tipo de circuitos. El asturiano lo sabe, aunque no tiene que ser plato de buen gusto. «No teníamos el ritmo. Somos el último coche de la parrilla y ahí estábamos luchando con Alpine. Acabamos 15º y 15º, por lo menos yo soy el 15º de los dos coches de Aston», comentó en el corralito a DAZN. Con cierta sorna, aunque no había salido nada. Desde el inicio, al moverse cuando Piastri falló en los semáforos al ver el anticalado en acción con un movimiento. «Reaccioné a ese movimiento y me condenó. Pero no cambiaba nada», reconoció.No teníamos el ritmo. Somos el último coche de la parrilla y ahí estábamos luchando con Alpine. Acabamos 15º y 15º, por lo menos yo soy el 15º de los dos coches de AstonFernando AlonsoPorque nada pasó. No hubo lluvia, más allá de unas gotas reportadas por Albon. No hubo incidentes a partir del golpe de Piastri en la primera vuelta. «Estaba asegurado. No pasó nada. Fue todo perfecto, sin Safety Car ni nada más. Estoy acostumbrado. Cuando salgo delante, pasa de todo y termino detrás. Cuando salgo detrás y es un fin de semana donde el coche no va bien, pues hacemos 51 vueltas en la parte trasera», reflexionó el ovetense.No tenía más el AMR25. Muerto en circuitos así. «Sabíamos que seríamos el último coche. En Las Vegas y México también lo vamos a ser. Son tres carreras que vamos a ser los últimos, así que trataremos de pasarlas rápido, sin problemas y de puntillas», comentó Fernando.Sabíamos que seríamos el último coche. En Las Vegas y México también lo vamos a ser. Son tres carreras que vamos a ser los últimos, así que trataremos de pasarlas rápido, sin problemas y de puntillasFernando AlonsoSingapur, la siguiente en el calendario, es diferente. Y podría dar algún tipo de chance. «Hay pequeñas oportunidades. Hungría fue una, Zandvoort fue otra, por eso te fastidia tanto cuando perdimos la oportunidad. Y en Monza que estábamos logrando un pequeño milagro, pues la suspensión. En Bakú salimos el 11º, y vemos que disfrutamos cuando podemos hacer diferencia. Pero si hay que terminar donde el coche manda, pues tenemos que aguantarlo», cerró el bicampeón.
Suscríbete a nuestra newsletter

