En sus 22 temporadas en la máxima categoría del automovilismo mundial, Fernando Alonso ha dejado hazañas épicas que pasarán a la historia de la Fórmula 1. Derrotó a Michael Schumacher en uno de los mejores momentos del alemán, desafió la dictaduta de Red Bull con un Ferrari inferior, batió récords de precocidad (y de longevidad)… y por el camino dejó 32 victorias en Grandes Premios. Algunas inolvidables. Pero… ¿cuál es la favorita del bicampeón español, ahora defendiendo los colores de Aston Martin? Si preguntásemos a los aficionados, probablemnete dirían Valencia 2012 (con aquella espectacular remontada con Ferrari), Imola 2005, con la recordada defensa numantina frente a un Michael Schumacher que corría en casa y necesitaba remontar en el Mundial… quizá Hungría o Malasia 2003, donde llegaron la primera pole y la primera victoria de un piloto español en la F1 o, por supuesto, Brasil 2005, donde el sueño de todos los aficionados españoles de ver a un piloto de nuestro país como campeón del mundo se hizo realidad. Una carrera con historia desconocidaSin embargo, Fernando Alonso utilizó una vara de medir diferente para hacer esta valoración, muy en la línea con muchas de sus declaraciones en las que da más mérito a circunstancias que rodean algunas carreras que al propio resultado de la misma. «Es difícil recordar una. Una de las mejores quizá sea la de Valencia, pero es más por lo mediático, es la más recordada. Pero hay otras muchas en las que la gente no supo lo que había detrás», explicaba el bicampeón español en una entrevista auspiciada por Maaden, uno de los patrocinadores del equipo británico.Alonso se refería a «Malasia 2011», que tuvo una intrahistoria curiosa que reveló a las cámaras. «Tenía un problema en el cambio. La caja estaba medio rota, el embrague no funcionaba bien, podía subir de marchas bien, pero bajaban mal durante media carrera». Y el piloto tuvo que ingeniárselas para resolver esa situación como pudo.»Llegué a la primera curva, bajé marchas y solo pude poner quinta, en lugar de segunda. Hice la curva, perdí tiempo y en la siguiente ya vi que había un problema. En lugar de desesperarme, lo que hice fue pisar el acelerador mientras bajaba marchas… y conseguí reducir. En la siguiente curva pisé el gas cuatro veces al bajar cuatro marchas… y bajaron», revela. Problema solucionado… salvo por la integridad del cambio: «Le pregunté al equipo si lo que estaba haciendo estaba bien o mal, porque quizá rompería el cambio en una vuelta. Me dijeron: ‘sigue haciéndolo. El cambio estará seguro’. Lo hice así durante 30 vueltas, frenando y, a la vez, pisando el acelerador cada vez que tenía que bajar una velocidad, siempre sincronizando el golpe de gas con la leva del cambio».Sorprendió al los ingenierosComo no podía ser de otro modo, la solución de Alonso sorprendió a todos en Ferrari: «Los ingenieros me dijero que no sabían como había podido llegar a deducir esa solución tan rápido, en 13 o 14 segundos apenas». Alonso sorprende a su entrevistador con la historia de Malasia 2011MaadenLa respuesta del piloto fue directa: «Odio perder, odio retirarme de una carrera. Voy a intentarlo todo antes de detener el coche y aceptar que no puntuamos. Acabé quinto o algo así [en realidad fue sexto, justo detrás de Felipe Massa]». Una historia que sin duda puede hacer : «Es una carrera completamente anónima, que nadie recuerda. Pero el nivel de energía, de concentración que tuve que poner en esa carrera y el hecho de llegar a una solución inmediata a un problema que nunca habíamos tenido hacen que sea una carrera para recordar». Por cosas como esta le llaman Magic…
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