Hay una dualidad en el seno de Aston Martin. Por un lado, existe una parte de confianza en las herramientas que se lanzan desde el modernísimo y ya con trabajo a pleno rendimiento del Campus Tecnológico de Silverstone. Por otro, la temporada 2025 no ha premiado de ninguna forma a un Fernando Alonso que sabe que si los errores de este curso propios, ajenos o surrealistas («hemos perdido 25 o 30 puntos», decía ante la prensa desplazada a Italia, entre la que está MARCA) se repiten, un título es más sueño que realidad.Sainz y Alonso no sumaron puntos y vivieron todo tipo de problemas.El de Monza es del campo del surrealismo. Alonso estaba en disposición de amarrar un buen botín de puntos tras otra lección de gestión en carrera. Como la de Austria, aunque más compleja si cabe porque en Italia su AMR25 era unos 12 km/h más lento… que Sauber, un rival directo por la zona media. Pero lo hizo. Entre la Q3 más improbable del curso y casi 30 vueltas de ritmo. «Empujaba, deslizaba», describió Gabriel Bortoleto, pupilo de Fernando y testigo de la carrera.[Alonso] Empujaba, deslizabaGabriel BortoletoAston busca respuestasEl Aston Martin, entonces, se rompió. Coche cambiado y mejorado, pero uno al que le pasan cosas que no a los demás. Ahora buscan respuestas, con la realidad clara que evitar teorizar. «Tenemos que analizarlo. El coche viaja a la fábrica, pero no vimos nada. Sería fácil decir que se fue largo, pero no vemos nada inusual y es importante que hagamos adecuadamente este tipo de análisis. Es fácil señalar al piloto, cualquier incidente, le hemos dicho a Lance Stroll que tuviera cuidado en ese área, es lo único que podemos hacer», relató Mike Krack, ingeniero jefe en pista, a los medios.Ya son muchos errores sin explicación. La piscina de grava de Gasly en Melbourne, el colapso de China de la refrigeración, el motor Mercedes en Mónaco… Se puede elegir una aventura dentro de los muchos problemas que vive un Alonso inspirado en pista. Es lo que hay.El piloto español no pudo acabar la carrera en Monza. Fernando Alonso tuvo que dejarlo en la vuelta 24 de las 53 cuando tenía serias opciones de ser octavo.Lo de Monza puede ser una cuestión de ángulo, de grados o de cualquier factor externo que rompió la carrera en Ascari. Alonso tomó la curva normal, cosa que otros pilotos, como Carlos Sainz, hacían de forma más arriesgada. Pero solo se rompió una suspensión. «Con los coches de efecto suelo, hemos visto problemas que no habíamos tenido nunca. Vemos en otras áreas fallos que vimos nunca, que no han provocado abandonos directamente, pero nunca hemos tenido algo así porque los coches son muy rígidos o muy bajos», explicó Krack.La carrera de Alonso era una oda a la inteligencia en pista. Al saber hacer y saber hacer desquiciar a sus rivales. Casi un milagro. O no, porque desde Aston creen que no existen. «No hay milagros en la F1. Hicimos un buen trabajo en sábado y teníamos un plan que ejecutamos bien. No es un milagro, es sacar el máximo», añadió. Krack es directo y sincero, como su propio jefe de filas. «No necesito un buen rendimiento, necesito los puntos. El rendimiento siempre es bueno. No recuerdo haber tenido una actuación muy mala, ni por mi parte ni por parte del equipo. En 22 temporadas que llevo, lo de hoy no es realmente importante», repitió Alonso.No hay milagros en la F1. Hicimos un buen trabajo en sábado y teníamos un plan que ejecutamos bien. No es un milagro, es sacar el máximoMike Krack2026… y BakúAlonso sigue a Bortoleto.RED BULL CONTENT POOLAunque ya dejó claro que en 2026 quiere una pizca más de fortuna. «Quiero tener mucha suerte además del nivel de las cronos», expresó tras su enésima Q3 y el histórico 28-0 a Lance Stroll. Por lo menos, las herramientas dan para creer. «Creo mucho más que lo hacía en cualquier otro año. Antes estábamos perdidos y nos preocupaba el próximo invierno. Ahora parece que vamos en la dirección correcta», analizó.Monza se quedará como otro carrerón que no fue. «La estrategia fue realmente bien, todo iba sobre lo previsto. Queríamos replicar lo de Austria», agregó Krack. El AMR25 vive, por lo menos. «Utilizamos el mismo suelo en las dos últimas carreras, no esperábamos Q3 pero teníamos un plan que funcionó hasta el problema que vivimos», repitió. Un problema que necesita luz, aunque tiene realidades claras. «Nadie arriesga con los materiales porque te haces daño a ti mismo. Nadie toma riesgo, con lo que eso me relaja», contó Krack. En Bakú, otra prueba. «Deberíamos ir mejor», deslizó sutilmente.
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