Fernando Alonso enterró su sueño en el giro 26 del Gran Premio de Italia. No había pasado nada extraordinario en Ascari, siempre peligrosa. Entró normal, pero la suspensión de su Aston Martin AMR25 cedió. Hubiese peleado por un sexto brutal para el coche más lento en velocidad punta de la parrilla en Monza. Un circuito con seis frenadas y donde el Aston, apto para ratoneras como Hungría, Holanda o Singapur, no funciona.Es complicado, pero conmigo charló antes de la carrera. Me dijo que solo necesitaba mi rebufo. Que no me iba a adelantar porque no tenía velocidadGabriel BortoletoSainz y Alonso no sumaron puntos y vivieron todo tipo de problemas.En esa lucha de Alonso hubo de todo, pero fundamentalmente pasó por otra lección de DRS. Ya lo había hecho en Austria tras Liam Lawson, y en Monza tocó junto a su pupilo en la A14 Management, Gabriel Bortoleto. El paulista tenía un avión en recta (más de 12 km/h que el Aston Martin) y Alonso leyó que esa aspiración le daría el aire necesario par luchar por los puntos. Pero hubo más. Porque Alonso sí que charló con Bortoleto antes de la carrera. “Es complicado, pero conmigo charló antes de la carrera. Me dijo que solo necesitaba mi rebufo. Que no me iba a adelantar porque no tenía velocidad”, confesó el de Sauber a la retransmisión de F1TV. No solo fue de aspiración, pues se sumó algo de drama en boxes y una parada enorme del asturiano. “Entramos al pit y vi humo detrás. Pensé que me iba a destruir. Hizo mejor la parada”, agregó.Empezó otra carrera. «Yo tenía más punta por la configuración elegida, pero él aceleraba con todo, empujaba con todo, deslizaba», enumeró el brasileño. La pena fue el desenlace. La suspensión de Alonso cedió y perdió la pelea por el 8°, puesto final de Bortoleto. «Terminó rompiendo la suspensión es una pena», contó.Él aceleraba con todo, empujaba con todo, deslizaba»Gabriel BortoletoAlonso, cabizbajo, tras el abandono.F1.comEn clave de la nueva estrella de Sauber, es la cuarta presencia en los puntos del chico maravilla, que ya ha terminado lugares del top-10 en trazados tan diferentes como los de Hungría (6º), Spa (9º) o la propia pista del Parco lombardo. Pero Alonso ahora no le acompañó. “Es genial pelear con él, me encanta hacerlo. Está siendo muy duro”, relató el brasileño.No salió bien, pero fue otro episodio genial entre alumno y maestro. Ya tuvieron aquel momento límite de Arabia, la batalla brutal de Austria o la ayuda de Hungría que dejó atrás a Verstappen. La primera de muchas y algo que enorgullece al chico que ha recuperado la ilusión de Brasil.
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