No está siendo el año de Fernando los domingos, en contra de sus actuaciones magistrales en los sábados. En el GP de Italia tuvo que tomar el camino de boxes y retirarse, por una rotura inesperada en su coche y no fue precisamente el motor.Sucedió cuando acababa de parar y estaba por delante de Bortoleto, con un hueco de tráfico y cuando era octavo virtual de la carrera cuando parasen sus rivales. Una posición ‘imposible’ viendo la escasa velocidad punta del AMR25, pero pegándose siempre al brasileño para sobrevivir.Todo iba bien, hasta que en la vuelta 24, al pasar por un piano, la vibración hizo cascar uno de los trapecios de la suspensión delantera derecha y todo se acabó.Al entrar en boxes para retirarse, el mecánico se agachaba para comprobar el coche, pero Alonso ya lo sabía: «Fallo en la suspensión, es increíble», certificaba el asturiano.
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