Oscar Piastri había caído derrotado en el último Gran Premio de Hungría en un momento que pudo golpear duro al nuevo hombre de hielo de la parrilla de la Fórmula 1. Se acercó a Lando Norris, no pudo realizar una frenada precisa y perdió una oportunidad de oro de hacerse más líder. Su compañero se acercó entonces a nueve (284-275) puntos en la general. Llegaban las alarmas.Carlos Sainz saldrá 9º y Fernando Alonso 10º en una sesión de clasificación que devolvió a la realidad a casi todos los actores de la Fórmula 1El regreso del parón estival tampoco arrojó confianza en Piastri. Norris hizo un inicio de Gran Premio de los Países Bajos como le gusta, dominando todas las sesiones de libres. Más alarmas, más dudas. Momento de ser un futuro campeón, y aunque eso lo dirá la carrera (15:00 horas, DAZN), el chico de Melbourne respondió como los mejores boxeadores. Contestando con una amenaza de KO, tras dibujar una vuelta brutal. Rápido como un rayo.El Mundial es su Copa McLaren, pero la batalla a un giro en Zandvoort sonrió a Piastri. Con dos claves, en el último sector y un rebufo corto que impulsó a su candidatura. Norris no tuvo respuesta y cedió la pole por 12 milésimas (1:08.662). “Fue una buena vuelta. No es perfecta, pero es lo suficientemente buena”, recalcó Piastri. Que no hizo ningún gesto, no lo necesita.Algo más expresivo fue al bajarse del coche. Sin reflexión sí que encontró unas palabras que definen su estilo. “En el peak (lo más alto, la cima o el máximo) cuando lo necesitaba. Es la definición justa. Sabía que hay curvas donde podía sacar más”, recalcó. Es su resumen, cuando lo necesita tiene un punto más que el resto, aunque en la velocidad pura Norris puede responder.Otra historia será si se traduce en una pelea cuerpo a cuerpo. En las primeras carreras se desveló que quizá había una ley en McLaren en la que se respetaría la posición tras la primera vuelta de carrera. Y parece real o muy cerca de serlo. Porque en pista todavía no ha habido una gran guerra y las carreras van pasando. El Mundial está en juego y quizá la de Zandvoort sea una de las últimas oportunidades.
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