Los Mavericks sorprendieron al mundo el pasado 1 de febrero traspasando a Luka Doncic a los Lakers a cambio de Anthony Davis en uno de los intercambios más mediáticos de la última década, por inesperado y por el peso en la NBA de estas dos superestrellas. El esloveno quedó en shock cuando se enteró y la franquicia de Dallas se vio acuciada por sus seguidores, indignados con este inexplicable movimiento, cargaron contra la directiva y amenazaron con romper sus abonos..EFESu malestar estaba justificado. De la noche a la mañana habían perdido a su gran ídolo y nadie daba la cara para justificarlo. Todos los focos apuntaban a Nico Harrison, artífice de esa operación y desde entonces villano oficial para los seguidores de los Mavericks. Y fue entonces cuando este ejecutivo, mánager general de la franquicia, empezó una guerra sucia para desacreditar por todos los medios al exmadridista y justificar así de alguna forma el movimiento casi suicida que había provocado.En marcha el ventilador de la porqueríaHarrison puso entonces en marcha el ventilador de la porquería para intentar lavar su imagen enmierdando la de Luka Doncic, deslizando a algunos medios que el esloveno estaba fuera de forma, pasado de peso (insinuó que había llegado a la pretemporada con cuatro kilos de más), y que además era poco trabajador y no cuidaba su condición física.Incluso la gerencia de los Mavericks deslizó que el esguince de de muñeca que le diagnosticaron a Doncic el 20 de noviembre fue una artimaña del jugador y su entorno para encubrir el supuesto mal estado físico del esloveno, que se negó por ello a viajar con su equipo a una gira de cinco partidos.Portada de Men’sHealthMEN’SHEAlTHY pese a que los Lakers fueron eliminados prematuramente en la primera ronda de los playoffs por los Timberwolves, el buen rendimiento de Doncic en los 28 partidos que jugó con los angelinos, con promedios de 28,2 puntos, 8,1 rebotes y 7,5 asistencias en 35,1 minutos de media, no hicieron más que acentuar el malestar de la afición de los Mavericks y el sentimiento de que su equipo se había equivocado al traspasarlo.Dallas intensifica la guerra sucia contra LukaTal vez por eso Nick Harrison intensificó la guerra sucia filtrando supuestas tropelías de Luka Doncic. En ese sentido, The Athletic publicó citando fuentes de la franquicia de Dallas las causas extradeportivas que les habrían llevado a decidir traspasarlo: «Le gustaban la cerveza y las cachimbas. En Dallas predicen su declive en el baloncesto, destacando un historial de salud que, como lo ven algunos, probablemente conducirá a una catástrofe en los próximos cinco años», publicó el citado medio.Le gustaban la cerveza y las cachimbas. En Dallas predicen su declive en el baloncesto, con un historial de salud que conducirá a una catástrofe en los próximos cinco añosThe AthleticAcusaciones muy graves que irritaron mucho a Doncic, aunque nunca se rebajó a defenderse de ellas públicamente. Sí lo hizo algun amigo cercano a través de las redes sociales: «No rindes así si eres un cerdo gordo y borracho». El jugador siguió a lo suyo y este verano a cuidado su físico esculpiendo un cuerpo sorprendentemente fibroso que le sirvió para ser portada de la revista Men’s Health. Y hace un par de semanas renovó con los Lakers por tres años y 165 millones de dólares.Amargura, rabia y envidia en DallasY en este culebrón con su exequipo huelga decir que todo lo que sea motivos de felicidad para Doncic lo son de amargura, rabia y envidia de la franquicia que le traicionó y que, según el prestigioso periodista de ESPN Marc Spears, podría reactivar la guerra sucia contra el exmadridista para intentar volver a ensuciar su imagen, aunque ya no podrán utilizar el manido argumento del sobrepeso ni el de su supuesta poca predisposición al trabajo.“En el caso Dallas oísteis muchas cosas negativas, pero hay probablemente muchas cosas que ellos no han dicho todavíaMarc Spears (Periodista de ESPN)Según Marc Spears los Mavericks no han sacado a la luz, a través de filtraciones de sus medios afines, todo lo malo que todavía supuestamente manejan sobre el que fue su superestrella y que va más allá de su presunta afición de este por la cachimba y la cerveza. “Creo que en el caso Dallas oísteis muchas cosas negativas, pero hay probablemente muchas cosas que ellos no han dicho todavía. Hay historias que he oído que no están diciendo”, aseguró el periodista, que no descarta que Dallas, en otro arrebato de rencor y envidia al ver a Doncic físicamente tan fino y tan en forma, saque a la luz más basura para difamar a su ex.
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