Este jueves no habrá palabras para la prensa de Max Verstappen, pues su conferencia programada para las 15.00 horas en el ‘hospitality’ de Red Bull en Spa ha quedado suspendida. Quizá temían una especia de avalancha por el número de periodistas, o una presión extra para hablar de su futuro que no es lo más conveniente en estos momentos. Todo son especulaciones.Lo que está claro es que tiene que hablar por obligación con todas las televisiones destacadas para el GP de Bélgica y que ahí deberá decir al menos que siente por el despido de Christian Horner y lo que espera de la segunda mitad de esta temporada, donde camina ya a 69 puntos de Piastri en el Mundial. Y en el resto de cuestiones, torear como se pueda.Pero en una entrevista concedida casi hace un mes, en el GP de Austria, la última con un medio escrito, Verstappen deja algunas pistas del momento que atraviesa. Ganó su última prueba el 18 de mayo, en Imola, y desde allí el Red Bull se ha desplomado en rendimiento en carrera, lo que es una situación nueva para él desde 2020. «Ganar, a fin de cuentas»Habla de lo que divierte realmente en el automovilismo y en la F1: «Trabajar con toda la gente increíblemente talentosa e inteligente dentro del equipo, empujar en el coche para sacar lo mejor de él, y la competencia, naturalmente, con todos los otros pilotos. Simplemente tratar de ganar a fin de cuentas», afirmaba en ‘The Athletic Motorsport’.“Y claro, si realmente no tienes opciones de ganar más y tengo que conducir en la zona media, entonces la diversión desaparece muy rápido”, confiesa en unas declaracione que pueden ser consideradas el preludio de la despedida.Con madurez afirma que la solución no es enfadarse y dar gritos a la gente del equipo cuando las cosas no salen. “Si me enojo con las cosas, y ellos escuchan que estoy molesto, también les afecta porque piensan, ‘Oh, Max está enfadado, no podemos acercarnos a él,’ o empiezan a ponerse tensos. Y tienes que tratar de ser motivador, apoyar, lo cual no siempre es fácil cuando has estado dominando como equipo y luego estás retrocediendo un poco”, dice sobre el momento, en el que estaba más cerca, a 43 puntos del liderato, antes del fiasco de Austria, donde marcó su primer cero desde 2018. Ahora está mucho más lejos.La opinión mayoritaria es que se quedaY sin embargo y pese a las palabras de Nelsinho PIquet diciendo que asegura que podría «estar en Mercedes el año próximo», muchos de los enviados especiales europeos en el circuito de Spa creen que se quedará al menos un año.Lo que tenía que suceder, es decir, el despido de Horner, ya ha sucedido. Y esta premisa es considerada por varios periodistas, como la condición puesta por Max, su padre y Marko para seguir un año más en Milton Keynes y ver qué sucede en 2026 con el nuevo motor y otro reglamento diferente. Y sin embargo, nadie acaba de tener nada claro lo que sucederá finalmente.
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