Autor : Soorya G
El Fluminense brasileño sufrió el sábado varios contratiempos: alineó un equipo suplente, sufrió la expulsión de un jugador en los primeros compases del partido y sufrió una derrota aplastante. El Fluminense, sorprendentemente, fue un blanco fácil para el Cuiabá, que se impuso por 3-0 el sábado en el Arena Pantanal, en el Campeonato Brasileño. La impresión dejada antes de la semifinal de la Copa Libertadores es preocupante, pero el técnico Fernando Diniz cree que el resultado no influirá en el partido contra el Internacional, el próximo miércoles.
«(El partido contra Cuiabá) no tiene nada que ver con el del miércoles. Cuando eran once contra once, el Fluminense tenía el control del partido. El Cuiabá nos presionaba mucho, pero conseguimos escaparnos la mayor parte del tiempo. La tarjeta roja afectó al resultado del partido. Jugar con un equipo barajado, con un jugador menos, con el calor que hacía aquí, se hizo mucho más físico y afectó a la estrategia que habíamos planeado. Tuvimos que cambiar nuestra forma de jugar. Hasta el gol de Cuiabá, el partido estaba controlado«dijo Diniz.
«Fallamos en el primer gol, y el segundo llegó a balón parado. Lo que nos afectó hoy no fue (un error de planificación); fue la expulsión. Fue muy decisiva en todo lo que ocurrió en el partido.«
La expulsión mencionada por Fernando Diniz fue la del centrocampista Martinelli, que recibió una tarjeta roja en el minuto 39. Por segundo partido consecutivo, el Fluminense tuvo que jugar con un jugador menos durante más de un minuto. Esta vez, sin embargo, el entrenador no criticó al árbitro por la decisión.
«El árbitro fue muy duro en dos ocasiones (recordemos la expulsión de Samuel Xavier contra el Internacional). Este árbitro debe de tener el récord de tarjetas amarillas, pero no lo pongo en duda. Martinelli fue expulsado con gran convicción. La falta parecía visualmente una amarilla, pero no hubo infracción. Entiendo lo de dar la segunda amarilla. No había pérdida de control; eran movimientos específicos.«
El seleccionador también se refirió a Paulo Henrique Ganso, que, pese a estar en el banquillo, no participó en el partido.
«El juego, como resultó, sólo expondría a Ganso. Entrar a correr hacia atrás y defender sería una exposición innecesaria. Si no nos hubieran expulsado a un jugador, le habríamos utilizado durante unos 30 minutos. La idea era ponerlo al día. Con un jugador menos, ni se me ocurrió ponerlo en el campo.«
El Fluminense volverá al campo el próximo miércoles, cuando se enfrente al Internacional en la semifinal de la Conmebol Libertadores. En el Campeonato Brasileño, el próximo partido es contra el Botafogo, el sábado en el Maracaná.