Autor : Soorya G
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ruzeiro fue derrotado 1-0 por el Fluminense
en la 24ª jornada del Campeonato Brasileño en el Maracaná. La actuación de la Celeste fue mediocre, y el partido acabó decidiéndose por un gol de falta de Léo Fernández. El entrenador Zé Ricardo reconoció la mala noche del equipo, pero eximió a Rafael Cabral de cualquier culpa en el gol del adversario.
«Creemos que, técnicamente, estábamos por debajo de la media. No fuimos capaces de conectar ni de ejecutar la segunda fase de transiciones defensivas y ofensivas, precisamente porque no estábamos teniendo una buena noche. Por momentos, logramos contener el volumen de juego del Fluminense. Es una derrota que sentimos, pero tenemos que darnos cuenta de que forma parte de la secuencia. Incluso cuando ganamos en Vila, no todo fue perfecto. Ahora es lo mismo«dijo Zé Ricardo.
El Fluminense dominó la posesión durante todo el partido, presionando cerca del área de Rafael Cabral, que realizó paradas cruciales en la primera parte. Zé Ricardo alabó el esfuerzo defensivo de su equipo, pero señaló la necesidad de mejorar el control del balón cuando se tiene la posesión.
«Tuvimos que trabajar duro sin el balón. Lo conseguimos, y tengo que alabar su dedicación. Cuando tenemos el balón, tenemos que ser más precisos en la ejecución de la segunda fase del juego«dijo el entrenador.
A pesar de las impresionantes paradas de Rafael Cabral en la primera parte y de sus pases largos en la segunda, desempeñó un papel fundamental en el gol encajado. Léo Fernández lanzó una falta lejana que acabó en el centro de la portería, y Cabral, que estaba detrás de la barrera, se quedó quieto mientras el balón entraba.
Zé Ricardo fue preguntado por este momento y mencionó que no había visto la repetición tras el pitido final. Sin embargo, desde su posición en el campo, tuvo la impresión de que el gol sólo se había producido por la habilidad del lanzador de la falta. El seleccionador elogió la actuación general de Cabral durante el partido.
«En el vídeo, aún no lo he visto, pero tenía una visión clara entre el balón y la portería. De hecho, el acabado era extremadamente preciso. Al principio, parecía que el balón iba a atravesar la barrera, pero se le escapó a Rafael. Estaba jugando un partido brillante en términos de anticipación y placaje.«, explicó Zé Ricardo.