Autor : Soorya G
El Vasco da Gama, equipo de la primera división del Campeonato Brasileño, ha anunciado los beneficios totales obtenidos en su último partido. En el reciente derbi contra el Fluminense, disputado en el estadio Nilton Santos, el Vasco obtuvo un beneficio de 642.000 reales. Más de 33.000 aficionados compraron entradas para ver ganar al equipo de Ramón Díaz. Sin embargo, los gastos, incluido el alquiler del estadio, ascendieron a casi 1,5 millones de reales.
Los ingresos totales generados por el partido fueron de 2.089.046 reales. Entre los gastos está el alquiler del estadio, ya que el Vasco pagará 220.000 reales al Botafogo por el privilegio de jugar en el Estadio Nilton Santos. Esta cantidad es 30.000 reales menos de lo que el club paga al Flamengo y al Fluminense por jugar en el Maracaná.
En particular, las ganancias fueron inferiores a lo que el Vasco se embolsó en un partido contra el Atlético-MG en el Maracaná. En la 20ª jornada del Brasileirão, el club obtuvo un beneficio de 1.033.050,74 reales. El último partido del Vasco con público en directo en el São Januário fue contra el Goiás, el 22 de junio, con 17.229 personas pagando, lo que supuso unos ingresos de 95.969,53 reales para la SAF.
El próximo jueves, el Vasco volverá a jugar en el São Januário ante su afición. Las entradas para el partido contra el Coritiba se agotaron en cuestión de horas.
Sin embargo, la cuestión del vandalismo en los estadios brasileños sigue siendo un problema que las autoridades no han resuelto. En el pasado, el Vasco se vio obligado a jugar a puerta cerrada tras estallar la violencia entre aficionados en el estadio. Más recientemente, los hinchas del Vasco iniciaron una revuelta tras la sexta derrota consecutiva de su equipo ante el Goiás. Los aficionados del Corinthians fueron expulsados del estadio. Ejemplos como éste apuntan a la responsabilidad de las autoridades a la hora de controlar el ambiente, a veces peligroso, del fútbol sudamericano.