Autor : Monojit Mandal
El esperado tercer partido entre los Philadelphia 76ers y los Brooklyn Nets no defraudó… Sin embargo, hubo algunas decisiones de venganza cuestionables e incluso enterradas.
El altercado comenzó en los tres primeros minutos del partido, cuando Joel Embiid y Nic Claxton se enzarzaron. Claxton completó un alley-oop sobre Embiid, antes de intentar pasar por encima de él. Embiid, por su parte, no lo aceptó y pateó a Claxton. A pesar de que se temía que Embiid fuera expulsado por una falta flagrante 2, sólo se le sancionó con una flagrante 1, mientras que Claxton recibió una falta técnica.
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Más tarde en el partido, Royce O’Neale defendió a James Harden en el perímetro. Cuando Harden intentó atacar el aro, empujó a O’Neale y cayó. Harden fue expulsado del partido tras recibir una sanción de Flagrant 2, a pesar de que su acción fue significativamente menos intencionada que la de Embiid.
El debate no acabó ahí, ya que Claxton se vengó de Embiid en el último cuarto. Claxton recibió su segunda falta técnica, lo que provocó su expulsión del partido.
En un partido, el equipo arbitral señaló una falta flagrante 1, una falta flagrante 2 y dos faltas técnicas. A pesar del drama, los 76ers se impusieron gracias a un último cuarto eléctrico de su joven estrella, Tyrese Maxey.
Harden se mostró molesto por su expulsión y mencionó su reputación de jugador limpio. Mientras tanto, el entrenador Vaughn expresó su descontento con la decisión de Embiid, señalando que nunca había visto a un jugador patear a propósito a alguien en una zona tan delicada y seguir jugando.
Sorprendentemente, Claxton estuvo de acuerdo con la decisión del árbitro de expulsarle por una segunda infracción técnica.
Por último, el tercer partido entre los 76ers y los Nets fue una montaña rusa emocional llena de decisiones controvertidas y entierros de venganza. A pesar de la victoria de los 76ers, el arbitraje dejó decepcionados a equipos y espectadores.