Autor: Barkha Roy
El próximo Gran Premio de Bélgica en Spa-Francorchamps se perfila como un fin de semana húmedo e impredecible, ya que se espera que la lluvia sea un factor constante durante toda la carrera. El emblemático circuito es famoso por su tiempo cambiante, y la previsión indica condiciones difíciles para los pilotos y los equipos.
A lo largo de la temporada, la lluvia ha sido un problema recurrente durante varios Grandes Premios. En particular, afectó significativamente a las sesiones de clasificación en Canadá, Gran Bretaña y Austria, dando lugar a parrillas de salida mixtas y aumentando la emoción de los Grandes Premios. Sin embargo, los problemas de seguridad asociados a las condiciones de pista mojada se pusieron trágicamente de manifiesto con la reciente muerte del piloto holandés de 18 años Dilano van ‘t Hoff durante una carrera del Campeonato Regional Europeo de Fórmula Uno en Spa-Francorchamps. El incidente dio lugar a peticiones para mejorar la seguridad de la pista, especialmente en condiciones meteorológicas adversas.
El circuito de Spa-Francorchamps acogerá un fin de semana al sprint, con una única sesión de entrenamientos el viernes debido a las previsiones de lluvia. Con una probabilidad de lluvia del 80% a lo largo del día, los equipos y pilotos se enfrentarán al reto de encontrar la configuración perfecta para sus coches en condiciones de lluvia. También se espera que la sesión clasificatoria del viernes esté mojada, lo que complicará aún más la situación de los participantes.
El tiempo del sábado no ofrece mucha tregua, con un 80% de probabilidades de lluvia y posibles tormentas a lo largo del día. Se espera que la temperatura del día se mantenga por debajo de los 18°C, lo que garantizará que la pista permanezca húmeda. El sprint shootout y la carrera al sprint programados para el sábado podrían convertirse en asuntos especialmente tensos, ya que los pilotos podrían tomar precauciones para evitar riesgos innecesarios antes de la prueba principal del domingo.
El formato de la carrera sprint recibió críticas dispares por parte de los pilotos, ya que algunos expresaron su preocupación por los posibles daños que pudieran sufrir sus coches. Una carrera al sprint con lluvia probablemente amplificaría estas preocupaciones, lo que llevaría a un mayor énfasis en la competición al sprint de la mañana, que determina la parrilla de salida para la carrera principal del Gran Premio.
El domingo, el riesgo de lluvia desciende al 60%, con previsión de chubascos intermitentes. Aunque esto puede suponer cierto alivio, los pilotos deben permanecer atentos, ya que la imprevisible meteorología podría seguir influyendo en la carrera.
Las previsiones meteorológicas suscitaron dudas sobre la seguridad y la necesidad de ajustar el calendario de la carrera. La comunidad de la F1 sigue de cerca la situación, con la esperanza de que las condiciones mejoren antes del fin de semana. Sin embargo, los aficionados y los equipos deben prepararse para el tiempo lluvioso y su posible impacto en el resultado del Gran Premio de Bélgica.