Autor : Monojit Mandal
Lance Stephenson exhibe sus habilidades baloncestísticas en Puerto Rico tras una década de carrera en la NBA. El experimentado deportista reconoció su deseo de ser el centro de atención en la NBA, mientras se prepara para un espectacular regreso a la liga. Stephenson se sinceró con The Washington Post sobre su objetivo de demostrar que «nació preparado» para volver a la NBA.
A pesar de su paso por los Pacers y los Hawks la temporada pasada, el jugador nacido en Brooklyn no logró consolidarse en ningún equipo de la NBA. Así, participó en cuatro partidos de primavera con Leones de Ponce, de Puerto Rico. Stephenson, en cambio, no deja que le afecte y no tiene ninguna malicia hacia la NBA, reconociendo que la competencia es fuerte y que muchos jugadores brillantes merecen sus puestos. Se mantiene positivo, seguro de que su duro trabajo le dará otra oportunidad.
La presencia y las habilidades de Stephenson crearon una impresión duradera, a pesar de su teatralidad en la cancha, más notablemente el notorio incidente de soplarle la oreja a LeBron James durante las Finales de la Conferencia Este de 2014 entre los Pacers y los Heat. Ahora, con 32 años y tras haber jugado en varios clubes, está decidido a volver a la NBA, preferiblemente con una franquicia de Nueva York.
Este padre de cinco hijos comenzó su carrera en la NBA en 2010, cuando fue elegido en segunda ronda por los Cincinnati Pacers. A lo largo de su carrera, ha demostrado su brillantez y adaptabilidad en diversas organizaciones, creando una impresión duradera en la liga.
El amor de Stephenson por el baloncesto y su conexión con Nueva York quedaron patentes cuando participó en la celebración del 30º aniversario de AND1 con motivo del NYC Open Run Tour en Harlem. Hizo hincapié en la diferencia entre los jugadores de la calle y los de la NBA, destacando la dedicación y el trabajo duro necesarios para prosperar a nivel profesional.
Aunque muchos jóvenes deportistas quieren jugar en la NBA, el periplo de Stephenson demuestra los diferentes caminos que se abren para dejar huella en este deporte. Con sus 1,80 metros de altura, el creador de juego está dispuesto a aprovechar cualquier oportunidad que se le presente para regresar al gran escenario de la NBA.