Autor : Monojit Mandal
A pesar de quedarse fuera del equipo por segundo partido consecutivo en c, Kai-Sotto, el imponente delantero centro de 1,90 metros, mantiene una buena actitud. El Orlando-Magic fue derrotado 108-85 por los Indiana-Pacers en el Thomas & Mack Centre de Las Vegas, y Sotto no participó en el partido. Esto ocurrió después de que estuviera ausente en la última derrota del equipo, 89-78, contra los Detroit-Pistons. A pesar de ello, Sotto acepta la situación con gracia, diciendo: «Hasta ahora, ha sido muy bueno», en una entrevista difundida por la NBA en Facebook. También menciona lo mucho que le gusta el procedimiento de preparación y la camaradería entre sus compañeros y entrenadores.
Por desgracia, Sotto ha tenido dificultades para ganar minutos de juego. Con 21 jugadores en la plantilla de la Liga de Verano de los Magic, el entrenador Dylan-Murphy ha utilizado principalmente a novatos y jugadores de segundo año, con unos 11 en acción hasta ahora. Aun así, Sotto pretende aprovechar la experiencia y demostrar su habilidad siempre que se presente la ocasión. «Sólo intento demostrar a los entrenadores que soy un buen compañero, que soy un buen jugador«, afirma. El carácter optimista de Sotto le ha convertido en un activo útil, deseoso de participar siempre que se le llama.
La falta de minutos de juego de Sotto enfureció a los aficionados al baloncesto de Filipinas, y algunos gritaron su nombre durante la retransmisión televisiva en directo. Consciente de la enorme responsabilidad que conlleva ser el primer filipino que juega en la NBA, Sotto es consciente de sus actos y de la influencia que tienen en la representación de su nación. Agradece el gran apoyo que ha recibido de sus compatriotas filipinos y reconoce los beneficios de representar a su país a diario.
Durante la Liga de Verano, Sotto tendrá dos oportunidades más de saltar a la cancha. Los Orlando Magic, que llevan 0-2 esta temporada, jugarán contra los New York Knicks y los Portland Trail-Blazers. Kai Sotto está decidido a dar lo mejor de sí mismo y a prepararse para cuando el seleccionador diga su nombre. La presencia de fervientes aficionados filipinos en los partidos le recuerda la creencia y la confianza depositadas en él, animándole a darlo todo y a hacer que su nación se sienta orgullosa.