Autor : Monojit Mandal
La NBA tiene buenas noticias para los aficionados al baloncesto de todo el mundo: se producirá una serie documental de cuatro capítulos sobre la vida y la carrera del ex pívot de los Chicago Bulls Luc Longley. Este documental es un bienvenido homenaje a la leyenda del baloncesto australiano, bastante olvidada en la aclamada serie «El último baile».
Luc Longley, que mide 1,90 metros, ha tenido un gran impacto en los Chicago Bulls durante sus cinco temporadas en la organización. Fue una pieza importante del equipo, siendo el centro titular cuando los Bulls completaron su segundo «tricampeonato». No hay que subestimar la contribución de Longley a la conquista del título por los Bulls, ya que promedió 9,9 puntos, 5,5 rebotes y 1,2 tapones por partido en las tres temporadas anteriores. Su habilidad para jugar en la posición de base, proteger la cancha y lanzar tiros de media distancia le ayudó a convertirse en una fuerza silenciosa y eficaz durante el glorioso periodo de los Bulls a finales de los 90.
«El último baile», un documental sobre Michael Jordan y los Bulls, sorprendió y entristeció a muchos aficionados al ignorar el papel fundamental de Luc Longley. Reconociendo la importancia de honrar su legado, la NBA está planeando una serie documental especial que podrá verse en NBA.com y en la aplicación de la liga.
Aunque los seguidores de los Bulls y los australianos se indignaron por la retirada de Longley de «El último baile», la cadena de televisión australiana ABC tomó la iniciativa de emitir un documental de una hora dedicado exclusivamente a la leyenda del baloncesto. La NBA hizo lo propio, profundizando en la vida y la época de este extraordinario jugador en respuesta al creciente deseo de reconocer la contribución de Longley.
Luc Longley tuvo una exitosa carrera baloncestística, convirtiéndose en el primer australiano en jugar en la NBA. Longley demostró su talento jugando en cuatro clubes diferentes a lo largo de 10 temporadas. Sin embargo, fue su etapa con los Chicago Bulls la que cimentó su lugar en la historia del baloncesto, ya que ganó tres títulos consecutivos de 1996 a 1998.
Longley sirvió honorablemente a Australia en tres Juegos Olímpicos, en 1988, 1992 y 2000, además de sus triunfos en la NBA. Incluso después de retirarse como jugador, sus esfuerzos por el equipo nacional fueron cruciales, ya que siguió promoviendo el baloncesto australiano como segundo entrenador de la selección.