Autor : Soorya G
El Sevilla FC ha conquistado de forma impresionante su séptima Europa League, todo un récord, negando al AS Roma de José Mourinho su segundo trofeo europeo consecutivo. El partido se fue a la tanda de penaltis, en la que el Sevilla salió vencedor y dio comienzo a las celebraciones en el Puskas Arena de Hungría.
El central argentino Gonzalo Montiel anotó el penal decisivo para el Sevilla en la tanda, al igual que hizo en la final del Mundial, cuando tuvo el privilegio de lanzar el lanzamiento ganador para su país. El Sevilla, campeón de la Europa League, amplió su dominio en la competición copera y conquistó su séptimo trofeo en una temporada que no ha sido muy buena en la Liga.
Ambos equipos tuvieron campañas decepcionantes en sus respectivas ligas, más aún en el caso del Sevilla, que luchó contra el descenso durante una parte importante de la temporada. El equipo tuvo un pésimo comienzo de temporada, que le llevó a la zona de descenso de la Liga española y a la destitución de Julen Lopetegui. El club andaluz decidió entonces recuperar a Jorge Sampaoli, que tampoco rindió mucho mejor, lo que llevó al nombramiento de José Luis Mendilibar. Con Mendilibar, el Sevilla logró escapar del descenso y escalar algunos puestos en la liga, además de hacerlo muy bien en la Europa League, venciendo al Manchester United y a la Juventus en el camino hacia la fase final. El equipo parece haberse acercado a la forma de la temporada pasada y, cuando llegó a la final de la Europa League, su confianza era alta tras dominar al Real Madrid en la Liga, a pesar de perder por 2-1.
Mientras tanto, bajo el mando de Mourinho, el Roma ha sido testigo de una completa transformación, pasando de lo que parecía un barco que se hundía a uno de los mejores equipos de la Serie A. También han ganado premios, conquistando el año pasado la primera Liga de Conferencias europea de la UEFA. Es interesante observar que cuando la carrera por los cuatro primeros puestos de la Serie A coincidió con la fase eliminatoria de la Europa League, Mourinho decidió dar prioridad a Europa, e incluso dio descanso a Paulo Dybala en la mayor parte de sus compromisos de la Serie A para preservarlo para la final.
El árbitro Anthony Taylor acabó mostrando varias tarjetas amarillas, la mayoría de ellas al personal de apoyo de ambos equipos y no a los jugadores. El Roma fue el mejor equipo y se adelantó merecidamente a los dos minutos, cuando una brillante carrera de Gianluca Mancini colocó a Paulo Dybala en una posición inmejorable para marcar el primer gol. Mancini, sin embargo, anuló el tanto inicial con un gol en propia meta al comienzo de la segunda parte.
El aura de infalibilidad del Sevilla en Europa quedó en entredicho cuando Dybala recibió el pase mágico de Mancini, deslizando el balón hacia su zurda más potente, antes de disparar cruzado con artística precisión.
Sin embargo, Mancini se convertiría en el villano a los 10 minutos de la reanudación, cuando un gol suyo en propia puerta dio el empate al Sevilla. Tras una prórroga inactiva, el lanzamiento de penalti del lateral Gonzalo Montiel decidiría otro gran torneo de Copa, aunque tras un poco de polémica, surgida después de que se juzgara que Rui Patricio estaba en fuera de juego en el primer disparo de Montiel, que el guardameta portugués había atajado. El argentino marcó el gol de la vuelta y, gracias a los intentos de penalti fallados por Mancini e Ibáñez, el Sevilla volvió a proclamarse campeón de la Europa League.