La Real Sociedad no está dispuesta a regalar a Umar Sadiq. El club tiene muy claro que una salida a cualquier precio supondrÃa una mancha importante en la gestión de Jokin Aperribay, que no quiere perder todo lo invertido en uno de los fichajes más caros de la historia reciente del club. Aunque en Anoeta asumen que la pérdida económica existirá y será considerable, la prioridad pasa por encontrar una salida digna que permita liberar masa salarial y reorganizar la delantera sin dejar una sensación de fracaso absoluto en el mercado.
Sadiq con la RealÂ
Alejandro GarcÃa / EFE
En este contexto, el Valencia ha vuelto a la carga por el delantero nigeriano, pero lo hace con unas pretensiones muy similares a las del pasado verano. Ofertas muy a la baja, fórmulas conservadoras y poco margen económico. Un escenario que en la Real ya conocen bien, ya que ambas entidades mantuvieron negociaciones hasta prácticamente el último dÃa del mercado estival sin que se alcanzara un acuerdo. Entonces no hubo entendimiento y ahora, salvo giro inesperado, el camino vuelve a parecer igual de empinado.
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Desde el punto de vista deportivo, la situación es clara. Sadiq no entra en los planes actuales por minutos, por rendimiento y por encaje en el proyecto. Su continuidad carece de sentido deportivo, pero tampoco se contempla forzar una salida que perjudique de forma grave al club. La Real quiere liberar masa salarial y ganar margen de maniobra, pero no está dispuesta a asumir una operación que considere prácticamente una derrota institucional en los despachos.
Entrenamiento Real Sociedad en Zubieta Umar Sadiq
Luis M. Unciti / Propias
Asà las cosas, todo apunta a un invierno de negociaciones largas y complejas. La Real no va a malvender a Sadiq ni de lejos, mientras el Valencia aprieta sabiendo que el futbolista busca una salida y que la Real asume que perderá dinero sea como sea. Si no hay un acercamiento real entre las partes, el desenlace podrÃa volver a estirarse hasta el final del mercado, como ya ocurrió en verano, con el riesgo de que ninguna de las partes quede plenamente satisfecha.

