Aritz Elustondo entra en la recta final de su etapa en la Real Sociedad y todo apunta a que su continuidad más allá de esta temporada es muy complicada. El central afronta sus últimos meses de contrato y, a partir del 1 de enero, podrá negociar libremente con cualquier club que llame a su puerta. Aunque en el fútbol siempre existe margen para la sorpresa, los indicios actuales invitan a pensar que su ciclo como txuri urdin se acerca a su final, en un momento clave tanto para el jugador como para el club.
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En lo deportivo, Aritz es actualmente el cuarto central en la rotación, pero su papel sigue siendo importante en una zaga que no está ofreciendo el nivel esperado. La Real no ha logrado encontrar una defensa sólida desde la salida de Robin Le Normand, y esa fragilidad ha quedado reflejada durante buena parte de la temporada. Además, el filial atraviesa un auténtico problema en esa posición, con lesiones y bajo rendimiento que impiden soluciones claras desde abajo. En ese contexto, Aritz ha sido una pieza de apoyo clave, aportando experiencia y fiabilidad cuando ha sido necesario.
Ahora, la decisión está en manos del club, si es que no está ya tomada. Por edad, minutos disputados y rol dentro del equipo, todo indica que la Real optará por iniciar un nuevo ciclo en la defensa. Sin embargo, el contexto invita a la reflexión: la Real necesita volver a construir una zaga sólida y competitiva, y Aritz sigue siendo una pieza válida de rotación en un momento de transición. Su futuro se resolverá en los próximos meses, pero su situación simboliza perfectamente el punto en el que se encuentra la Real: obligada a decidir entre continuidad y renovación en una de las zonas más sensibles del equipo.

