Autor : Monojit Mandal
El entrenador Steve Kerr admitió abiertamente que el encontronazo de Draymond Green con Jordan Poole en la pretemporada tuvo una influencia significativa en la temporada de los Golden State Warriors. Kerr subrayó la importancia del regreso de Green al equipo la próxima temporada, afirmando que sus esperanzas de título dependían de su presencia.
Kerr afirmó con rotundidad durante su rueda de prensa final del martes: «Si Draymond no vuelve, no seremos un aspirante al título». Somos conscientes de ello. Es vital para nuestro éxito y para lo que somos. Lo quiero desesperadamente de vuelta. Después de que los Warriors fueran derrotados en la segunda ronda de los playoffs por Los Ángeles Lakers, el futuro de Green surgió como una de las principales preocupaciones del equipo este verano.
Aunque Green ha declarado su deseo de permanecer en los Golden State Warriors y competir por el pentacampeonato con sus compañeros Stephen Curry y Klay Thompson, su futuro en la organización es cuestionable.
La contribución de Green al éxito de los Warriors ha sido fundamental, ya que brilla como un excelente bloqueador defensivo, defendiendo a jugadores de varias posiciones y, al mismo tiempo, actuando como facilitador en ataque, preparando a Curry y Thompson para sus letales triples. Sus tendencias explosivas se manifestaron periódicamente, como cuando golpeó a Poole en un entrenamiento en octubre y recibió un castigo de un partido por dar un pisotón en el pecho a Domantas Sabonis, de Sacramento, durante la primera ronda de los playoffs.
Kerr reconoció que el golpe había dañado durante años la cultura unificada de los Warriors, que había desempeñado un papel importante en sus cuatro títulos en ocho años. A pesar de mostrar signos de su promesa en las últimas partes de la temporada regular y recuperarse de una desventaja de 2-0 en la serie contra los Kings, el club luchó por encontrar su equilibrio.
Reconstruir la coherencia del equipo es uno de los principales retos a los que se enfrentan los Warriors esta temporada baja, así como mejorar su eficacia en transición, reducir las faltas durante el juego defensivo y maximizar el potencial de sus jóvenes jugadores para complementar al trío campeón formado por Curry, Thompson y Green. En particular, Jordan Poole retrocedió en los playoffs en comparación con su importante contribución en la carrera hacia el título del año pasado, con su porcentaje de tiro cayendo al 34,1% y su promedio anotador de sólo 10,3 puntos por partido.