1. Bloqueados por dentro y por fuera
Con retraso en la hora de comienzo pero con el Barça concienciado de ‘picar piedra’ ante el modesto equipo anfitrión. No estuvo fino el once blaugrana en este primer tiempo y Daniel Vicente, guardameta del Guadalajara, pudo aguantar el 0-0 hasta el descanso.
Las posiciones ofensivas de los delanteros de Flick y los centros inexactos ayudaron al buen orden y la ventaja numérica local. El conjunto blaugrana dominó el juego y el partido pero la clave, negativa para la producción interna y la finalización, fue lo perdido que vimos a Rashford de delantero centro. Los centrales de Pere Martà no salÃan de zona cuando el inglés bajaba a recibir y eso bloqueaba el acceso de llegada.
Sin aclarados y sin que Marcus interpretara cómo hacer la individual, por dentro (muy lento girando el cuerpo para chutar en área), el FC Barcelona no encontraba el cambio de velocidad ni el desborde pese a las intenciones de Roony y FermÃn, extremos en estos primeros 45 minutos.
2. Flick mejora el ataque con el cambio de posiciones
Lo vio Flick y en el segundo tiempo el Barça fue otro. Con FermÃn por dentro, con Rashford por fuera y Lamine de vuelta al extremo (Roony pasó a ser mediapunta) se sintió más a gusto y, ¡por fin!, consiguió ser vertical. Las dos primeras oportunidades para abrir el numerador fueron de Rashford llegando y no estando en área local. Las dos se las arrebató Daniel Vicente.
Pero el Barça habÃa encontrado la forma de llegar al remate y ya picaba en la puerta del gol. Lo mereció en el reinicio pero llegó en el 76’. Lo hizo Christensen de cabeza –ayudado por el desvÃo rival– en el único centro limpio presentado en el segundo poste del joven meta local. No se quedó arruinado mentalmente el equipo anfitrión y tuvo unos minutos de respuesta con Ter Stegen protagonista al salvar un derechazo de Mendes.
3. Finiquito regalado por LamineÂ
Para no entrar en problemas, el conjunto blaugrana cerró la eliminatoria aprovechando espacios y velocidad al contragolpe. Cuando puedes correr. En el 90’, Lamine dejó a Rashford con tanta ventaja que el 0-2 era obligatorio no fallarlo. Acertó a la tercera oportunidad el delantero regateando a Daniel Vicente y de zurda acabó con la última esperanza que le quedaba al equipo local.
Flick tuvo que apelar al banquillo, llegó a meter a Pedri, pero lo mejor que hizo fue leer bien las necesidades de sus delanteros y, por ende, de su equipo.
El campeón de Copa sigue avanzando en un torneo que puede dañar el amor propio y la imagen. Me gustó cómo presionó el Barça tras perder la pelota durante todo el partido. Bravo por esa humildad, respeto al adversario y hambre de victoria.

