Autor: Shreyas Sharma
En un emocionante e inesperado giro de los acontecimientos, un niño de 12 años de Belém, Pará, Brasil, se ganó los corazones de muchos al embarcarse en una aventura no autorizada para ver a la selección nacional jugar contra Bolivia en el estadio Mangueirão. El joven entusiasta del fútbol, llamado Hewerton, no sólo consiguió entrar en el estadio sin entrada, sino que hizo realidad un sueño largamente acariciado al hacerse una foto con el delantero brasileño Richarlison. La sensación viral no sólo se debió a su audaz escapada, sino también a la sentida y emotiva conversación que mantuvo con su padre tras regresar sano y salvo a casa de madrugada.
Hewerton, un verdadero aficionado al fútbol, no pudo resistir la tentación de participar en el emocionante ambiente del estadio Mangueirão. Sin que sus padres lo supieran, se asoció con un desconocido que le ayudó a entrar en el juego. La emoción de estar en el estadio, animar a su equipo y, lo más importante, hacerse una foto con su ídolo, Richarlison, era una experiencia que no podía imaginarse perderse.
Al volver a casa a la 1.45 de la madrugada, Hewerton no pudo contener la emoción y la culpa. En una sincera conversación con su padre, Helton Lobo, admitió su noche de aventuras: «Papá, fui al partido de la selección. Puedes pegarme. Me hice una foto con Richarlison. Es mi sueño, lo hice realidad.
Helton Lobo, el padre de Hewerton, compartió su incredulidad inicial cuando recibió esta sorprendente confesión. Respondió con un emoticono, pero cuando Hewerton envió las fotos como prueba, se impuso la realidad. A pesar de su preocupación inicial, Helton no pudo evitar apreciar el espíritu aventurero y la determinación de su hijo. Prefirió no expresar su felicidad en aquel momento para no disgustar a Hewerton. Lo más importante para él era que su hijo volviera a casa sano y salvo.
En una entrevista con ‘ge’, Helton reveló que él y su mujer habían salido esa noche, dejando a Hewerton en casa. Aunque había pensado en comprar entradas para el partido para compartir la experiencia con su hijo, los elevados precios y las limitaciones económicas lo hicieron imposible en aquel momento. A pesar de la inesperada aventura, Helton decidió no castigar a Hewerton por su escapada, reconociendo la pasión y determinación que impulsaron a su hijo a realizar su sueño.
La inolvidable noche de Hewerton en el estadio no sólo dejó una huella imborrable en su propia vida, sino que también resonó entre aficionados y padres de todo el mundo. Sirve para recordar los ilimitados sueños y aspiraciones que el deporte puede inspirar en los corazones de los jóvenes y la importancia de comprender y apoyar esos sueños, incluso cuando conducen a aventuras inesperadas.